En busca de acceder a disputar su cuarto cuadro final en Grand Slam, Pedro Martínez Portero se impuso a Robin Haase en segunda ronda de la fase previa de Roland Garros por un 6-4, 6-4 en hora y 41 minutos de juego. Se medirá a Ulises Blanch.
En líneas generales, se vio al de Alzira realizar un encuentro mucho más completo que el holandés sobre la pista 4 en las instalaciones parisinas. Tras haber jugado el US Open, su irrupción sobre el polvo de ladrillo ha sido muy buena después de poder superar cuatro partidos en el Masters 1000 de Roma. Las sensaciones son positivas y de esta manera se palpan sobre la cancha.
En primera instancia, la táctica de querer abordar el revés de Haase fue funcionando. Desde el fondo de pista estaba siendo bastante más, comandando mediante su golpe de derecha. Llegó el quiebre, pero por cosas externas al encuentro con el sonido de una sirena o que veía a las personas moverse por la grada, desconcentraron al segundo cabeza de serie de la qualy, llegando a realizar tres dobles faltas en el mismo juego.
Sin embargo, pudo superar aquel estado psicológico que le atribuyó tener que recibir el quiebre para que fuese él quién logró el contrabreak y tener que servir por el set. Con una lectura positiva del juego, sacó adelante la primera manga teniendo que pasar por momentos difíciles consigo mismo.
El segundo parcial, los momentos clave fueron trascendentes para volver a marcharse en el electrónico. Se topó con dos opciones de break que logró aprovechar. Por ello, con el 4-1 el partido estaba bastante encaminado además de que parecía estar desesperando a Robin con los cambios de ritmo tras la lucha del fondo de pista. Aun así, tras lograr esa diferencia, Haase fue soltándose poco a poco y llegó a ponerse con 4-3.
El verlo tan encaminado y tener al oponente tan cerca podría llegar a ser un problema pero solventó ese instante metiendo bastantes primeros con muy buenos ángulos. Aquello conllevaba en tener oportunidad de entrar con su drive y atacar. Por tanto, con 3-5, restaba para llevarse el encuentro.
El holandés firmó un idóneo juego pasando todo tipo de presión al español que era quién iba a servir por acceder a la última ronda de la fase previa. No sintió nervios y continuando con el patrón de juego establecido, finalizó de manera correcta a la primera bola de partido.
Tommy Robredo, tuvo que decir adiós de su partido ante el jugador de China Taipei Jason Jung con un resultado que marcó un 6-4, 6-3.