La española cayó por un apretado 6-1, 4-6 y 5-7 ante Alize Cornet en los cuartos de final del WTA 125 de Rouen. El próximo compromiso de la francesa, en busca de la definición, será la rusa Erika Andreeva.
Nuria Párrizas Díaz empezó el 2023 de una manera muy positiva. Si bien no resaltó en la United Cup, superó la clasificación de Hobart, llegó hasta octavos y alcanzó la tercera ronda del Australian Open, venciendo en el medio a Beatriz Haddad Maia. En las semanas siguientes mantuvo un nivel constante, sin dar la campanada en ningún torneo. No obstante, llegó a Madrid, le sacó jugó al apoyo de su gente y perdió en segunda vuelta, luego de atravesar la fase previa. De todas formas, lo más destacado fueron los cuartos de final de Reus y Santarem. Con ese envión arribó a Rouen, donde venció a Sharma y Bassols para meterse entre las mejores ocho. Allí, se medía a la gran Alize Cornett, que poco a poco intenta recuperar su mejor nivel.
Párrizas y un comienzo de ensueño
El partido inició con una Párrizas muy intensa, encendida y agresiva. La española sabía que debía enfocarse al 100% desde el arranque, y lo hizo a la perfección. En el juego inicial, creó dos bolas de break, las aprovechó sin dilema y se puso 1-0. A partir de allí, desplegó su mejor tenis, se mostró muy suelta y trajo de acá para allá a Cornet. La francesa, confundida y shockeada con lo que sucedía, intentó empezar desde cero, pero ya era muy tarde. Párrizas siguió golpeando, tomando la red y se apropió de dos roturas más. De aquella forma, selló un amplio 6-1.
Cornet lo da vuelta
En el siguiente, si bien la española estuvo arriba de entrada, Cornet mostró esfuerzo, pasión y lucha para empatar. Desde que igualó el marcador, la francesa se acomodó en la cancha y fue claramente superior. Aprovechó el desgaste de su rival, tomó la iniciativa y con un quiebre más igualó el duelo en 1-6 y 6-4. En el definitorio, ambas tuvieron buenos momentos. Cornet inició 1-0, pero en cuestión de minutos Párrizas lo transformó en un 3-1 casi liquidador. Sin embargo, eso no fue un motivo de afloje para la francesa, que encadenó dos roturas en fila y se llevó un durísimo partido por 1-6, 6-4 y 7-5.