El español y el argentino se miden en el primer partido de los cuartos de final del cuadro masculino que decidirá al primer semifinalista de esta edición. A priori no se esperaba a ninguno de los dos jugadores luchando por un puesto en la penúltima ronda del US Open, pero ambos han mostrado su mejor nivel y han superado a rivales de entidad. El español favorito, tras los problemas físicos con los que acabó el argentino ante Pouille.
Las 18:00 hora española es el momento en el que ambos tenistas tendrán que saltar a la pista para dar inicio al primer gran duelo de cuartos de final, del que saldrá el primer semifinalista del US Open. Un duelo de dos jugadores jóvenes llamados a liderar la próxima generación de sus respectivos países. Se espera mucha expectación para un partido que a buen seguro tiene un aroma especial, por lo que supondría para ambos jugar sus primeras semifinales de un Grand Slam. Las dudas giran en torno a la figura del argentino por los problemas físicos con los que acabó su batalla épica ante el galo Lucas Pouille, tras necesitar de la asistencia del fisioterapeuta en los momentos finales.
Pablo Carreño sigue sorprendiendo en el circuito por la regularidad que ha mostrado a lo largo de todos los torneos en esta temporada. El asturiano no ha cedido ningún set en todo lo que va de campeonato, demostrando por el buen momento de forma que está pasando. Su aventura en el US Open comenzó contra el tenista local Evan King que venía de superar la fase previa y ante el que no tuvo ningún problema. Más de lo mismo ocurrió con el británico Cameron Norrie, aunque ya en tercera ronda tuvo que enfrentarse a un jugador peligroso en este tipo de pistas, como es el francés Mahut. La primera prueba de fuego vino en cuarta ronda en la que se enfrentó al canadiense Shapovalov, revelación del año tras ser capaz de ganar a Nadal, pero el juego rocoso y la experiencia del español le ayudó a ganar los tres tie breaks que se jugaron para llegar hasta los cuartos de final.
Diego Schwartzman ha devuelto la ilusión a los argentinos. Es un jugador poco habitual en el circuito con 1,70 cm de estatura pero que es capaz de derrotar a grandes sacadores, gracias a su solidez desde el fondo de la pista. Un gran revés plano y una derecha agresiva hacen que el bonaerense mueva a sus rivales de lado a lado de la pista. El porteño superó con mucha facilidad sus dos primeros duelos ante Berlocq y Tipsarevic. En tercera ronda se enfrentó al ganador del año 2014, Marin Cilic. Contra todo pronóstico después de encajar el primer parcial, remontó para plantarse en cuarto ronda en la que volvió a dar una lección de pundonor superando al galo, Pouille.

LAS CLAVES
Carreño llega sin ceder ni un sólo parcial ante ninguno de sus cuatro rivales, mientras que el argentino se ha dejado dos en el camino, aunque han sido contrincantes de un nivel mayor a los que ha tenido el español. En primer lugar se espera un partido largo, con peloteos eternos y juegos igualados debido a la solidez desde el fondo de la pista de ambos tenistas. El asturiano se intentará mostrar agresivo al resto ya que el servicio es uno de los puntos débiles del argentino y ante Pouille vimos como cometió numerosas dobles faltas.
Sin duda la clave del partido será si el bonaerense ha sido capaz de recuperarse de los problemas físicos de la espalda con los que acabó el partido de cuarta ronda, ya que si no está al cien por cien parece imposible que pueda llevarse un encuentro largo que podría tener numerosas mangas. Por la experiencia, la madurez en la pista y las sensaciones la balanza parece decantarse del lado español con un 70% contra un 30% para el argentino, aunque la raza y el pundonor del `Peque´ le pueden volver a llevar a dar otra golpe sobre la mesa en el último Grand Slam del año.