Naomi Osaka regresa a la final del Us Open 2020 dos años después de haberlo conseguido. Tras derrotar a Brady, logró acceder para disputar por tercera vez en un Grand Slam la lucha por el título.
Partido intenso y de calidad
«Sentí que, mientras jugaba, su nivel no bajaba en absoluto. Para mí, me recordó al partido de Kvitova que jugué en Australia. A diferencia de ese partido, sentí que Jenny fue muy sólida durante todo el duelo. Casi no tenía posibilidades».
«No estoy segura de sentir la emoción, pero me siento muy feliz. A veces creo que no tengo más remedio que jugar lo más duro que pueda. Normalmente si me concentro tanto, entonces el partido podría terminar en dos. Pero sentí que seguía estando igualado. Honestamente, fue un poco divertido porque esa calidad de la oponente … Estamos en la etapa final de un torneo. Sí, fue divertido».
«No sentí que dominara el primer set. Sentí que hice lo que se suponía que debía hacer. Mantuve mi saque. Traté de mantener mis puntos de servicio de desempate. Siento que hice eso. No sentí que estuviera dominando en ningún momento del partido y por tanto, hubo momentos en los que aproveché los errores que cometió en los puntos que necesitaba».
Siempre que pasa octavos en un Grand Slam, gana el torneo
«No estoy segura de esa estadística porque es solo, como, mi tercera vez aquí (sonriendo). Pero, sí, solo diría que cuanto más se acerca a la final, más pienso en ello, honestamente, como si nadie recordara a nadie más que al ganador. Incluso si me sucede, no quiero decir perder pero no lograr mi objetivo en la final, al menos obtengo un pequeño trofeo brillante. Al menos puedo irme con algo (sonriendo). Ese es probablemente uno de mis mayores motivaciones».
Un paso adelante en la mentalidad
«Mi forma de pensar es muy diferente esta vez. Siento que he aprendido mucho a través de los altibajos, sin siquiera contar las finales, sino solo los torneos regulares. Mentalmente me siento más fuerte. Me siento más en forma ahora. Va a ser interesante ver qué pasa».
