La tenista nipona, Naomi Osaka, anunció en un breve comunicado su separación profesional con el preparador belga, siendo esta la segunda vez en la que ambos deciden ir por caminos diferentes tras una primera etapa que duró desde 2019 a 2022.
Osaka no seguirá trabajando con Wim Fisette
Pese a sumar alguna victoria de relumbrón y volver al top100 del ranking WTA, es evidente que la temporada de regreso de Naomi Osaka al circuito WTA tras su baja por embarazo no ha ido todo lo bien que le hubiera gustado a la nipona. Tanto es así que la japonesa acaba de anunciar un importante cambio en su equipo técnico, separándose por segunda vez en su carrera del belga Wim Fisette, ex entrenador también de otras figuras del presente y del pasado como Angelique Kerber, Victoria Azarenka, Simona Halep o Kim Clijsters.
«Cuatro años, dos Grand Slams y muchos recuerdos. Gracias Wim por haber sido un gran entrenador y mejor persona. Te deseo todo lo mejor en el futuro«, explicó Osaka en un post subid a su perfil oficial de Instagram.
Segundas partes nunca fueron buenas
En su primera etapa juntos, Osaka ganó el US Open 2020 y el Open de Australia 2021, además de hacer final en Cincinnati 2020 y Miami 2022. Sin embargo, en la segunda ocasión en la que Osaka y Fisette cruzaron caminos las cosas no han salido tan bien como esperaban. Pese a lograr seis victorias frente a tenistas top20, la japonesa solo ha podido alcanzar los cuartos de final en dos ocasiones este año en los 16 torneos que ha disputado. Además, tampoco ha pasado de segunda ronda en ninguno de los cuatro Grand Slams esta temporada, incluida su reciente derrota en el US Open ante la checa Karolina Muchova, eventual semifinalista.
«Ha sido un poco difícil porque, obviamente, sólo puedo medir cómo lo estoy haciendo por los resultados. Me siento más rápida, me siento mejor, pero perdí en la segunda ronda. Así que es un poco duro. Pero, también, ha sido divertido jugar muchos torneos. Ha sido un compromiso, sin duda, pero he podido ir a diferentes ciudades en las que nunca había estado. Es un poco duro porque me tomo estas derrotas muy personalmente. A lo mejor me siento un poco dramática, pero siento que mi corazón muere cada vez que pierdo. Es muy duro, pero he estado tratando de ser más madura y aprender y más sobre estas derrotas. Siento que estoy trabajando mucho más duro de lo que lo he hecho nunca en mi vida, pero necesito ver que eso se convierte en algo. Creo que finalmente lo hará«, confesó la nipona tras aquella derrota con Muchova en ‘Flushing Meadows‘.
Veremos cuáles son los siguientes pasos de la jugadora de 27 años, aún bastante lejos del nivel que la llevó a la cima junto a un hombre que ya no volverá a estar a su lado.