Lorenzo Musetti comenzó su estadía en Viena con una cómoda victoria sobre Hamad Medjedovic. El italiano se mantuvo fresco a lo largo del partido, aprovechando sus oportunidades y venciendo al serbio en dos mangas.
Musetti se reencuentra con su talento en Austria
En la cancha central del ATP 500 Viena se medían Lorenzo Musetti (8°) y Hamad Medjedovic (67°), por un boleto a los octavos de final. El italiano, semifinalista en 2024 y cuarto preclasificado del cuadro, buscaba recuperarse luego de su caída en Bruselas, donde se vio superado por la potencia de Giovanni Mpetshi Perricard. Por su parte, el serbio arrastraba cuatro derrotas consecutivas en el circuito y venía de perder en la qualy del torneo austríaco, pero logró ingresar al cuadro gracias a la baja de Stefanos Tsitsipas. Esta era la primera vez que se veían las caras, en un partido donde la encuesta indicaba que Musetti era el claro favorito.
El italiano afina sus herramientas para tomar el control
En el amanecer del encuentro se vio a un Medjedovic más enfocado en su papel, haciendo pesar sus tiros y aprovechando su oportunidad para romper el servicio de su rival. Pese al revés inoportuno, Musetti supo reivindicarse rápidamente, exhibiendo su categoría en la devolución para recuperar el saque perdido. Después de la marea inicial, los protagonistas sembraron confianza en el terreno, calibraron sus herramientas y emparejaron el desarrollo. Los juegos se resolvían en un parpadeo de ojos, producto de la claridad que presentaban los jugadores. De todos modos, en el décimo game, Musetti se afirmó en el resto y contrarrestó los golpes del serbio para concretar el quiebre que le otorgó el primer parcial por 6-4.
Musetti juega con sutileza y supera el debut
En los primeros compases del segundo asalto se pudo apreciar un tenis pulcro de Musetti, quien no cedió puntos en su turno de saque. En contraparte, Medjedovic no estuvo del todo fino en su juego de servicio y debió convivir con una bola de break que supo resolver. El italiano se mantenía firme en su posición, respondiendo con soltura, mientras que el serbio cometía muchos errores. En el octavo juego, Medjedovic no pudo ajustar sus tiros, volvió a caer en el fallo y le regaló un quiebre a su adversario. Musetti aprovechó el momento, hizo uso de sus capacidades y sentenció la victoria con un 6-3.
