La tenista española Garbiñe Muguruza obtuvo el pase a los cuartos de final en el WTA 500 de Moscú al derrotar a Tereza Martincova por 6-4, 4-6, 6-3 en un duelo que llegó a las dos horas y 44 minutos de duración. Se medirá el viernes a la ganadora entre Anett Kontaveit y Andrea Petkovic.
Después de caer a las primeras de cambio en Indian Wells ante Tomljanovic, la jugadora española aterrizaba por primera vez en su carrera deportiva en Moscú para poder sellar el pase a las WTA Finals que se van a disputar en la localidad mexicana de Guadalajara. Se medía ante Martincova que viene de realizar un gran año y que está muy cerca de pisar el Top-50 a sus 26 años.
La checa venía de ganar a Irina Bara en primera ronda y aquella adaptación a las canchas rusas, se palpó en el inicio de partido. Con muy buen balance a la hora de poner la bola en juego, estaba siendo la dominadora por ambos lados. Sobre todo con el revés que es uno de sus golpes de mayor atención. Muguruza, por su parte, se le vio con problemas por el lado de la derecha. No gozaba de esas buenas sensaciones y cayeron muchos errores. Tampoco estaba siendo capaz de poder hacer daño a la checa que se fue con un break de ventaja hasta el 1-4.
Renace Muguruza
En ese instante, cambió la dirección del parcial. La segunda cabeza del cuadro fue entrando cada vez más en el partido. Mejor movimiento de piernas y sin querer buscar la potencia en todos sus golpes, fue buscando los lados de la pista central para que Tereza no diera ninguna bola con los pies parados y dejar que le dominara. Sacar adelante su turno de servicio con el 1-4 fue muy importante. A partir de entonces, todos los juegos del set fueron para la pupilo de Conchita Martínez, justamente la primera jugadora en ganar en este escenario. La checa, fue sintiendo la presión cuando no metía primeros y esa superioridad mostrada durante los primeros minutos, fue decayendo ante la subida de intensidad por parte de su oponente. Muguruza, sin embargo, pese a tener también errores de derecha durante este tramo, mejoró muchísimo a la hora de empalar el golpeo.
El inicio del segundo parcial mostró la buena dinámica ejercida por parte de la española enseñando que Tereza estaba prácticamente al borde del abismo de salirse totalmente del partido. En el 1-1, un juego muy disputado donde la checa fue capaz de salvar cuatro bolas de quiebre y sacar su juego adelante, le dio esa confianza para poder meterse nuevamente a nivel mental. Muguruza, por su parte, tras sacar adelante el primer golpe, fue a por todas al resto y por fin llegó un quiebre que parecía trascendente para el devenir del partido con set y break arriba.
Mucha tensión en pista
La española, sin embargo, bajó la intensidad con el servicio que le estaba yendo muy bien hasta el instante tras su reacción. La mejora de la checa que estaba jugando sin nada que perder, tampoco ayudó en una Garbiñe que nuevamente llegaron esos problemas con el golpe de derecha y parada de piernas por momentos. Con lo cual, Martincova se situó con 5-3 y servicio dando la vuelta al parcial ante una tenista que estaba jugando de manera intermitente. Aun así, la No.51 del mundo, iba a poner más emoción al parcial tras jugar un juego muy irregular y darle más opciones a la española aunque tuvo dos bolas de set. Había caído el patrón de juego por parte de ambas, y transcurrían por momentos psicológicos y atadas en los golpes. Acto seguido, no iba a subir la intensidad de la española pese a estar metida en el duelo y se encontró rápidamente con un 15-40. Falta de confianza y mucha tensión. Llegó al deuce pero finalmente la checa se llevó el set a la sexta opción que dispuso para cerrar por 6-4.
Garbiñe sube el nivel
Las dudas continuaron resaltando en el inicio de la tercera manga. Hubo dos quiebres consecutivos por parte de ambas. Tras sacar adelante su turno de servicio, sin mucho ruido, algo que no conseguía desde hace bastante tiempo, subió el nivel del partido. Muguruza, estuvo mucho mejor en la cancha y en ese ascenso, la española se encontró mucho mejor obteniendo el break que le llevó al 3-2. La jugadora checa también recibió la atención médica por algún problema en su pierna izquierda antes de que la española sirviera con el 4-3.
No pasó por momentos duros en ese turno de saque pese a la doble falta que cometió cuando iba 40-0. Con otro gesto corporal y decidida a lo que había acudido a este torneo, fue al resto cuando lo intentó. Llegaron tres bolas de partido con un 0-40. Sería a la tercera bola cuando consiguió sellar el pase a los cuartos de final.
