Daniil Medvedev tuvo que verse las caras con un experimentado Wawrinka en la primera ronda del ATP de Rotterdam. El tenista ruso fue construyendo su tenis punto a punto y encontró la fórmula para vencer al suizo en tres sets.
Medvedev doblega un duro escollo en Rotterdam
El primer día de actividad en el ATP 500 de Rotterdam se llevaba a cabo un encuentro de alto voltaje entre dos campeones de Grand Slam. La cancha central se preparaba para evidenciar el quinto enfrentamiento entre Daniil Medvedev (7°) y Stan Wawrinka (155°). El tenista ruso, segundo cabeza de serie, aterrizaba en Países Bajos tras su temprana caída en el Abierto de Australia, donde fue sorprendido por el joven estadounidense Learner Tien. En contraparte, el experimentado suizo arrastraba dos caídas consecutivas en la temporada y buscaba recomponerse ante un Medvedev que se encontraba aislado de su mejor tenis. La serie estaba igualada con dos triunfos por lado, no se veían las caras desde el cruce en Metz 2022.
Wawrinka inclina los dígitos de su lado
Los protagonistas arrancaron en plena forma, mostrando sus principales características para firmar las primeras cifras. Ya en el tercer juego, Wawrinka activó su indomable revés y utilizó distintas variantes para desarticular al moscovita, consiguiendo un quiebre relativamente rápido. Luego, el suizo debió ajustar sus herramientas para validar la ruptura, teniendo que jugar algunos puntos adicionales otorgados por su rival. Medvedev, lejos de manifestar debilidades, se afirmó en la línea de base, contrarrestó los tiros de Stan y recuperó el break. El ruso supo administrar sus golpes en los intercambios, visibilizó una defensa sólida para desorbitar al suizo y cosechó un nuevo quiebre.
De igual manera, Wawrinka no se quedó atrás en su juego, volvió a tomar las riendas con sus ejecuciones profundas para sobrepasar a su oponente, anotándose otro quiebre. En el décimo game, Medvedev complicó el panorama del suizo, haciéndolo jugar una pelota extra en cada punto, y pudo cerrar el set, pero la experiencia de Stan resurgió en el momento justo. En el tiebreak, ambos tenistas hicieron méritos para ganar, produciendo tiros confiables, pero Wawrinka fue quien tuvo la última palabra y cerró el set a su favor.
El moscovita acepta el reto y se adjudica la segunda manga
En el amanecer del segundo capítulo, el moscovita forjó una postura sólida en el fondo de la pista, cubriendo todos los espacios y dejando sin opciones al suizo para cosechar un quiebre temprano. Acto seguido, Medvedev hizo un buen trabajo en el servicio, soltando tiros de jerarquía para ratificar la ruptura. Pese a la desventaja, Wawrinka se plantó en el terreno e intentó neutralizar el juego de su rival, dispuso de tres ocasiones de break, pero no consiguió recuperar el saque. El ruso ejercía resistencia en su turno de servicio, edificando una defensa difícil de quebrar, manteniendo alejado a su contendiente.
Mientras tanto, el suizo buscaba variables para rebasar la figura de Daniil, aunque no lograba lastimar con sus tiros y cometía muchas equivocaciones en el intento. A pesar de las propuestas de su oponente, Medvedev mantuvo un juego regular, sin destacar demasiado, y cumplió con el propósito para ganar el segundo set por 6-4.
Medvedev no da tregua en el tramo decisivo
Al comienzo del último asalto, Stan Wawrinka no supo gestionar su tenis en el turno de saque y Medvedev sacó provecho de la situación para capitalizar una ruptura rápida. El tenista ruso no convencía con su nivel, pero se adaptaba a las condiciones del partido, generando dudas en el suizo. Firme en lo propio, Daniil siguió trabajando con inteligencia, cerró todos los posibles caminos de Wawrinka y concretó un nuevo quiebre para un mayor alivio. Las opciones del suizo se diluían en cada juego, producto de la formidable contención de Medvedev. Finalmente, Daniil Medvedev volvió a imponerse desde el retorno, devolvió todo lo que le arrojaron y sentenció el triunfo con un contundente 6-1.