Daniil Medvedev se quedó con una rápida victoria en la segunda ronda de Roland Garros después de que el serbio Kecmanovic se retire del encuentro. El ruso se encontraba arriba en el marcador 6-1 y 5-0 cuando su rival tomó la decisión de abandonar. Daniil aguarda por el ganador entre Machac y Navone.
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Medvedev empieza a dejar huella en París
A la expectativa de otra posible jornada lluviosa en Roland Garros, la acción estaba garantizada en el estadio Suzanne Lenglen. El ruso Daniil Medvedev (5°) se enfrentaba al serbio Miomir Kecmanovic (57°) para conseguir su lugar en la tercera ronda del torneo. El moscovita ha mostrado algo de disgusto con la tierra batida, aunque no le fue tan mal en dicha superficie, la temporada pasada se coronó en Roma. El tenis de Medvedev se sincroniza con las pistas duras, pero la efectividad del ruso le permite afianzarse en las canchas de arcilla.
El ruso marcó una diferencia abismal
Los primeros juegos del encuentro dejaron ciertas incógnitas, los tenistas parecían dudar de sus propios tiros, faltaba velocidad en los ataques. El ruso llegó al quiebre en el cuarto juego, una defensa sólida desde atrás de la línea que terminó con el error del serbio. Medvedev concretó dos puntos directos con el servicio para ratificar el break. El moscovita buscaba contratacar al mismo tiempo que se defendía, dejando estancado a Kecmanovic en muchas ocasiones. El serbio no lograba encontrar los espacios en la cancha para colocar sus ejecuciones. Medvedev aprovechó que su rival quedó retrasado, sacó del bolsillo un drop shot y firmó otro quiebre. Con los números dispersos, el moscovita accionó su gran servicio para apropiarse del primer parcial por 6-1.
Medvedev se llevó una victoria sorpresiva
Los impactos del ruso eran profundos y llevaban mayor velocidad, lo que le permitía avanzar en el terreno para cerrar los puntos. Medvedev continuaba facturando con su particular tenis, el moscovita sacó ventaja en el inicio del set. Por momentos, el serbio desparramaba a su rival por todos los parámetros de la cancha, pero el moscovita siempre traía una pelota extra. Kecmanovic se vio obligado a forzar sus tiros, siguió cometiendo errores no forzados y terminó cediendo su saque por cuarta ocasión. El ruso no soltaba las riendas, seguía fino con el servicio y con las ejecuciones, manteniendo la ventaja en el marcador. Cuando parecía que el partido se iba a la tercera manga, el serbio mostró ciertos problemas físicos, se acercó a la red y abandonó. Medvedev ganaba 6-1 y 5-0 en el momento que su rival tomó la decisión.