Daniil Medvedev accedió por primera vez en su carrera deportiva a los cuartos de final del Rolex Paris Masters. Eliminó a Alex De Miñaur por 5-7, 6-2, 6-2 y se enfrentará ante Diego Schwartzman en este Masters 1000.
Por tercera vez se topaban en un encuentro oficial con el ruso habiendo ganado los dos precedentes, tanto en la final de Sidney en 2018 como en Winstom Salem durante 2019. Arrancaron con viveza y tensión ya que en el primer juego se perpetuó el que iba a ser primera rotura del duelo. Medvedev abrió diferencias aunque no las estaba teniendo todas consigo y ese juego irregular que está proyectando durante las últimas semanas se vivió ante un Alex que nunca da una bola por perdida para que el duelo se igualara. Ayudado por su primer servicio, estaba siendo capaz de ser él quién proyectaba los golpes desde el fondo con mayor exactitud.
Llegaron los instantes trascendentes de la cita y era el australiano quien estaba gozando de mejores sensaciones. Estaba siendo capaz de realizar cambios de ritmo para sacar de esta manera a Medvedev de su zona de confort. Tampoco el ruso, quería partido con mucho peloteo y poco a poco fueron llegando cada vez más errores. De Miñaur, tuvo dos bolas de set al resto y bien que las aprovechó para situarse con 7-5 por delante.
Las tornas fueron cambiando a medida que proseguía el segundo parcial. Medvedev se fue situando mejor sobre la pista. Estuvo más concentrado y el ritmo que había impuesto el australiano lo estaba manejando a la perfección. Además, a partir de lograr el break en el primer juego mediante dos errores de Alex consecutivos, el decimosexto cabeza de serie, comenzó a negar y a buscar explicaciones mirando hacia su palco. No estaba pudiendo mantener el ritmo, y aquello se transformó en que llegaron errores no forzados. El tercer favorito del torneo, se iba a poner en apenas 25 minutos con 5-2 sirviendo para empatar. Con un saque directo a la segunda bola de set que tuvo, logró poner las tablas.
La intensidad de Daniil cada vez iba a más. No se encontraba con ese gesto apático con el que inicio la cita. Con mayor movilidad de piernas y con una intensidad sublime, iba sacando también el grito a la hora de empalar el golpe de bola. Por tanto, en estos instantes era De Miñaur quién tenía que buscar soluciones con golpes más agresivos ya que la batalla desde el fondo era cada vez menos valida. Quebró el ruso pero no fue como en los sets anteriores en el primer juego al servicio del jugador ‘aussie’.
Con dos break en el bolsillo Medvedev encaminó su encuentro ante un Alex que por momentos se le vio fuera de sus casillas. El ruso fue a más y se le presentó la opción de tener que servir para ganar el partido con 5-2. Sin oposición, cerró el envite en hora y 41 minutos para continuar adelante en el Masters 1000 de la capital francesa.