La tenista española se despide del WTA Dubái tras caer en la primera ronda de la fase previa ante la tenista rusa Anna Kalinskaya.
Masarova no puede con Kalinskaya
El primer partido de la jornada en el WTA Dubái brindaba a escena a una jugadora española en busca de acceder al cuadro final del torneo del emirato. Rebeka Masarova llegaba tras caer en la fase previa de los torneos de Linz, Abu Dhabi y Doha y quería dejar atrás esa racha de malos resultados. Anna Kalinskaya venía de hacer un estupendo Australian Open al llegar a cuartos, pero cayó en primera ronda de Doha ante una inspirada Pliskova. El cara a cara entre ambas favorecía a la tenista rusa, que ganó hace siete años el único partido entre ambas en el inicio de sus carreras.
La rusa aprovecha el momento
El encuentro comenzó con ambas jugadoras ganando su servicio en el comienzo, con Masarova estando más cerca de conseguir la rotura al disponer de tres pelotas de rotura en los dos primeros turnos de saque de Anna. Sin embargo, la rusa fue capaz de defender la intentona de la española y mantener la igualdad. Con el paso del tiempo, encontró mejores sensaciones y comenzó a practicar un tenis más sólido que no daba opción a Masarova a quebrar. Gracias a esto, tuvo la primera opción de rotura en el octavo juego, pero la española solventó la situación para colocar el 4-4. Tras esto, se llevó el primer set en el décimo juego con un 6-4 tras aprovechar la cuarta pelota de break y de set de la que dispuso en el décimo juego.
Kalinskaya cierra el choque
El segundo set tuvo un guion muy parecido al primero, con Masarova encontrando opciones de break al principio, salvando poco después las de su rival y perdiendo el saque al final del parcial. Rebeka desaprovechó tres pelotas de rotura en el primer juego y una en el tercero y dos en el quinto, dando confianza a la rusa. Tras esto, Anna comenzó a jugar mejor y tuvo en el sexto la oportunidad de romper, pero Masarova lo evitó. Sin embargo, la española había dejado pasar muchas oportunidades y en un partido de alto nivel se paga muy caro. Tras defender cuatro bolas de quiebre en el octavo juego, Masarova perdió el servicio a la quinta para colocar el 5-3 en el marcador, con Kalinskaya cerrando en el juego siguiente.