La tenista ucraniana afirmó que no es que odie a la jugadora bielorrusa, sino que no respeta su posición en el conflicto entre Rusia y su país.
Era evidente que el enfrentamiento de primera ronda del cuadro femenino de Roland Garros 2023 entre Aryna Sabalenka y Marta Kostyuk iba a traer mucha cola, sobre todo después del mismo. En lo puramente deportivo, la bielorrusa se llevó el gato al agua con claridad, pero tras el partido, ambas dieron sus respectivas opiniones acerca del conflicto entre Rusia y Ucrania, que cuenta con Bielorrusia como gran aliado de los primeros, de ahí que Kostyuk mantenga su costumbre de no saludar a ninguna jugadora procedente de esos dos países cada vez que se mide a alguna de ellas.
Mientras Sabalenka dejó clara su postura de que ningún atleta ruso o bielorruso apoya esta guerra, Kostyuk duda y mucho de esas palabras. En sala de prensa, la ucraniana reafirmó su compromiso de no estrechar manos con jugadoras procedentes de esos dos países y declaró que no odia a Sabalenka, como algunos periodistas habían sugerido, sino que no la respeta porque cree que no es del todo sincera con su opinión acerca del conflicto.
Por otra parte, Kostyuk espera una reacción diferente por parte del público de Wimbledon, siguiente Grand Slam que comienza en cinco semanas, ya que este torneo fue el único que el año pasado prohibió jugar a tenistas rusos y bielorrusos, cosa que, en cambio, no harán este año.
Silbidos del público tras negarle el saludo a Sabalenka
“Quiero ver cómo reacciona la gente dentro de diez años, cuando la guerra termine. Creo que no se sentirán muy bien por lo que hicieron. Ya he dicho muchas veces que no estrecharé la mano de ninguna jugadora rusa o bielorrusa. No entiendo por qué la gente piensa que de repente vaya a cambiar de opinión”.
Una posible reacción diferente en Wimbledon
“Estoy segura de que sería muy diferente porque Wimbledon les prohibió jugar (rusos y bielorrusos) el año pasado. Cuando estuve el año pasado en el Reino Unido, pude comprobar cómo la gente reaccionaba de forma diferente al vernos, incluso por la calle. Sentí mucho su apoyo, así que sí creo que su reacción será muy diferente“.
Las palabras de Sabalenka
“Ella nunca ha dicho personalmente que no apoye esta guerra. Creo que vosotros, los periodistas, deberíais cambiar el tipo de preguntas que hacéis porque ya hace 15 meses desde que la guerra comenzó. Creo que deberíais preguntarles quién quieren que gane esta guerra, porque no creo que ninguno de ellos quiera que la gane Ucrania. Si me preguntas a mí, por supuesto que quiero que gane Ucrania. No sé cómo terminará, pero de eso estoy segura. No sé si ellos dirían lo mismo. Creo que ella (Sabalenka) debería hablar por sí misma, lo primero. Porque sé a ciencia cierta que hay varios de esos atletas que sí apoyan esta guerra. Decir que ninguno de ellos la apoya es un poco fuerte porque solo puedes hablar por ti misma”.
¿Por qué juega al tenis ahora mismo?
“No voy a mentir, juego porque me encanta y es mi trabajo. Tampoco puedo parar mi vida porque haya una guerra. Cada vez que salgo a pista, siempre trato de dar lo mejor de mí misma, desafiarme y convertirme en mejor persona. Eso es por lo que hago esto”.
A vueltas con Sabalenka
“No sé por qué dice que es una situación difícil para ella. Podría convertirse en número uno del mundo después de este torneo, la mejor en uno de los deportes más conocidos del mundo. Si miras las estadísticas en Rusia, creo que el 80 o 85% de su gente apoya la guerra. Creo que debería mandar algún tipo de mensaje. Ella, que viaja por todo el mundo y que cuenta con un amplio apoyo a su alrededor, debería de hablar en voz alta. Dijo que yo la odiaba. Nunca he dicho, ni en público ni en privado, que odie a Aryna Sabalenka u otra jugadora. Simplemente no la respeto por su posición en este asunto”.
Soledad del tenis ucraniano en el circuito
“Creo que somos cinco ucranianas en el top100. Desde que la guerra comenzó, nos cruzamos muchas veces con el resto del circuito y no nos dicen nada, simplemente agachan la cabeza y siguen andando. Veo a estas jugadoras cada semana en los vestuarios y ninguna de ellas ha tenido la valentía de venir y hablar con alguna de nosotras. No estoy segura de que lo vayan a hacer ahora”.