Grigor Dimitrov, tercer preclasificado, se topó con una gran versión del estadounidense Korda en la segunda ronda del ATP 500 de Queen’s y perdió en tres parciales. El búlgaro se lleva un resultado negativo antes de disputar el tercer Grand Slam del año.
Dimitrov no pudo ante Korda en Londres
La cancha central del Cinch Championships albergaba un duelo sumamente interesante, posiblemente el mejor de la jornada, entre Grigor Dimitrov (10°) y Sebastian Korda (23°). Por un lado, el búlgaro posee un tenis muy estético que se ajusta bastante bien al césped, ha logrado grandes resultados en dicha superficie. Dimitrov es el tercer jugador activo con más triunfos en Queen’s, sumando un total de veinte victorias y, además, levantó el título en 2014. En contrapartida, Korda aterrizaba en este partido tras disputar la final en Hertogenbosch, donde ha demostrado sus dotes en la hierba. El estadounidense fue semifinalista en Londres la temporada pasada, convirtiéndose en una posible amenaza para el búlgaro.
Korda tomó las riendas en el primer set
Los tenistas estaban un poco trabados en los primeros juegos, si bien lograban sostener el servicio, no había mucha soltura en sus golpes. El saque les permitía ganar puntos rápidos, ambos trataban de esquivar los intercambios de golpes. En el séptimo juego, Korda logró desatar buenos tiros con mucha amplitud, sacó al búlgaro de los parámetros y selló el primer break con un rasante revés paralelo. Luego, el estadounidense desenvolvió su potente servicio para ratificar el quiebre. Dimitrov perdió consistencia, regalaba demasiado terreno y su rival lo aprovechó perfectamente. El norteamericano jugó un turno de saque sin fisuras para guardarse en el bolso la primera manga por 6-4.
Dimitrov se afirmó en el césped y puso en juego su jerarquía
Korda mantuvo la soltura en el comienzo del segundo parcial, seguía presionando con la colocación de sus impactos y hacía trabajar al búlgaro. Por su parte, Dimitrov tenía que forzar su juego para sostener el servicio, levantó tres puntos de break en el tercer game. Posteriormente, en el cuarto juego, Grigor pudo contener las ejecuciones del estadounidense, desplegó una defensa sólida y consiguió un quiebre importante. El búlgaro puso en juego toda su experiencia para estirar la ventaja, validando el break. Korda no logró generar oportunidades para igualar los números, se encontró con la mejor versión de Dimitrov en el partido. Finalmente, el búlgaro desencadenó un saque potente para llevarse el segundo set tras un cómodo 6-3.
El estadounidense le puso punto final al encuentro
El set determinante se inclinó rápidamente del lado de Korda, el norteamericano soltó la derecha con precisión y concretó un quiebre en el segundo game. Sin embargo, Dimitrov se plantó en el fondo neutralizando el juego de su oponente para recuperar el servicio perdido. Con los números igualados en dos, la tensión empezaba a recaer en los jugadores, sostener el saque era la misión por cumplir. La contienda estaba equilibrada, los puntos se hacían cada vez más largos, los intercambios desde el fondo eran constantes. Cuando todo parecía que se definía en el tiebreak, Korda desenvolvió sus mejores golpes para quebrar en el duodécimo juego y adueñarse de la victoria luego de un 7-5 final.
