La estonia sella su plaza entre las ocho mejores del torneo de Stuttgart al imponerse en un partido frenético a Alexandrova (2-6, 6-3, 7-6).
Anett Kontaveit y Ekaterina Alexandrova cerraban la jornada en Stuttgart en un duelo en donde el tenis directo y agresivo era la tónica dominante del encuentro, con ambas jugadoras practicando un tenis muy similar y de pocos intercambios. La estonia llegaba a esta ronda tras derrotar a Kerber en tres mangas, mientras que la rusa venía de derrotar a Shuai Zhang en dos parciales.
Kontaveit se recupera a tiempo
Alexandrova comenzaría mandando en el encuentro de forma aplastante gracias a sus potentes golpes desde el fondo de la pista, y es que la tenista rusa es muy peligrosa cuando su tenis directo fluye a las mil maravillas. El primer set sería para Alexandrova de forma muy clara por un 6-2 y haciendo inútiles los esfuerzos de la tenista estonia por reengancharse al set.
La tenista estonia sin embargo no bajaría los brazos. Tras un irregular primer parcial, su juego directo y ofensivo comenzaría a carburar gracias a su poderoso revés y a sus golpes profundos que incomodarían a la tenista rusa. Alexandrova es una tenista que cuando está fina es muy difícil de frenar, pero cuando entra en una inercia negativa todo se vuelve más oscuro para ella y eso es lo que ha sucedido en el segundo parcial. Una única rotura le ha servido a la estonia para adjudicarse el segundo set por 6-3.
El tercer set decidiría a la ganadora del encuentro que cerraba la jornada en Stuttgart, y Kontaveit aprovecharía su buena inercia del segundo set para poner tierra de por medio gracias a un temprano break en la tercera manga. La estonia parecía lanzada a por el trinufo, pero Alexandrova no había dicho la última palabra en el encuentro. Kontaveit tendria la oportunidad de cerrar el partido con su servicio, pero cedería su saque en un juego muy flojo con su servicio y le daba la oportunidad a Alexandrova de reengancharse al encuentro. El tie-break final dictaría sentencia en Stuttgart, y ahí ha prevalecido la mayor calidad y la calma de una Kontaveit que ha sabido esperar sus oportunidades para cerrar el partido y sellar su pase a los cuartos de final del torneo alemán.