El ruso ha superado un duro compromiso. Khachanov fue mejor que Lehecka en casi todo el partido y en dos parciales (6-2, 6-4) confirmaba su triunfo.
Inauguraba la jornada del lunes en el cuadro masculino del Miami Open un duelo entre Khachanov y Lehecka. El ruso venía de sufrir ante un Tomás Etcheverry y Jiri Lehecka de dos victorias sin perder ningún set ante Coria y Musetti. El favorito era Khachanov, aunque se esperaba un duro y parejo duelo ante un joven jugador que se está consolidando en el circuito ATP. El ganador iba a ser el rival de Garín o Tsitsipas en los octavos de final del segundo Masters 1000 de la temporada.
Khachanov sigue mejorando
Khachanov salió muy concentrado sabiendo de la importancia que tenían los primeros juegos. Rápidamente se escapaba hasta el 3-1. Lehecka no estaba acertado con su servicio y en la mayoría de intercambios la velocidad de bola del tenista ruso les superaba. A pesar de tener cinco opciones más de break le costó confirmar la segunda rotura, pero finalmente en la última oportunidad se marchaba hasta el 5-2. Así se quedaba con el servicio para cerrar la primera manga y sin mayores problemas por 6-2 en 35 minutos empezaba a encarrilar la victoria.
El segundo set estuvo más parejo, aunque siempre fue Khachanov el que daba muestra de estar un pasito por delante. El ruso logró un break en el quinto juego que tras confirmarlo le mandaba hasta el 4-2. Lehecka siguió peleando y sus opciones pasaban por ganar un séptimo juego muy largo que se acabó llevando el checo para poner el 3-4. Así intentaba pasar la presión y que los nervios hicieran su labor en un Khachanov que no daba muestras de estar tenso a pesar de tener que cerrar el partido.
El ruso seguía muy acertado con su servicio y dominando en los intercambios. El momento clave llegó en el noveno juego y es que Khachanov se disponía a sacar para cerrar el encuentro. Con el 0-40 tenía tres bolas de partido y a la primera no, pero a la segunda cerraba el puño y confirmaba su pase a los octavos de final después de un gran partido ante un rival peligroso como es el checo Lehecka.
