El italiano ha sido el último en clasificarse después de ganar a Baldi para utilizar la invitación del torneo. Con su participación se convierte en el único italiano en jugar esta primera edición. Quinzi es el jugador más débil, tanto por su ránking como por su estilo de juego en esta superficie. Lo analizamos.
El joven jugador italiano de 21 años, ha sido el último en certificar su pase a la primera edición del torneo que se disputa en Milán. El zurdo consiguió el billete tras derrotar en la final del torneo que daba acceso a la Next Gen Finals, a su compatriota Baldi (3-2). Quinzi estaba posicionado en la posición número 58 en la carrera a Milán, lo que hace ver que es el rival más débil de los ocho que llegan a la ciudad transalpina. Su mejor arma, la de jugar en casa, con confianza, ante su público y con muchas ganas de demostrar que tiene más potencial que el que ahora mismo le coloca en la posición número 306º del ránking ATP.
Quinzi es un jugador habitual de torneos Challengers. En este tipo de campeonatos, todos los encuentros están muy igualados, siendo los pequeños detalles los que deciden los partidos. Este es el motivo por el que es tan difícil dar el salto de calidad para jugar torneos ATP. Esta regularidad en el circuito Challenger está a la altura de pocos tenistas, además a estas prematuras edades es todavía más complicado.
Resultados en 2017
Esta temporada sólo ha jugado dos torneos ATP 250, en Marrakech y Gstaad. En Marruecos consiguió su mejor resultado, llegando hasta los octavos de final, perdiendo contra su compatriota Lorenzi. En Suiza no corrió la misma suerte y no pudo superar la primera ronda de la qualy ante el brasileño Souza. También jugó la clasificación de Wimbledon, cediendo ante Garin y demostrando lo débil que se vuelve su tenis sobre el césped. Todo lo demás que ha disputado este año han sido torneos del circuito Challenger. Consiguió en tres torneos consecutivos sumar dos cuartos de final y una semifinal, todos ellos en tierra batida. Su mejor resultado en indoor fue en su primer torneo del año en Budapest, llegando hasta cuartos, aunque entró al main draw como lucky loser.
Estilo de juego
Quinzi es el prototipo de jugador italiano que se adapta perfectamente al polvo de ladrillo. Con una buena derecha, lleva la iniciativa en muchos puntos, aunque prefiere aguantar y esperar con paciencia hasta tener una buena posición para el ataque. Su revés a dos manos le permite asegurar muchas bolas, para seguir haciendo trabajar a su rival. Esa solidez es la que puede animar a dar algún susto frente a los tres contrincantes que tiene el grupo A.
La regularidad es lo que ha privado al italiano de estar más alto en el ránking ATP. Hace algunos años se hablaba de Quinzi como una futura promesa italiano, pero a sus 21 años no ha conseguido llegar todavía tan alto. Tiene una gran oportunidad tras recoger el último billete que daba acceso a esta primera edición de la Next Gen Finals. Tendrá muchas ganas de demostrar ante su afición, que su tenis tiene mucho más para dar dentro del circuito. Estas ganas le deberían dar un plus, de luchar todas las bolas.
Recalcar que de todos los jugadores en el que más sufre la velocidad de estas pistas. Su juego no es tan agresivo y directo como el de sus rivales. Además su servicio no es tan determinante ni acostumbra a darle puntos gratuitos. Deberá de prepararse para sufrir e intentar que sus rivales cometan numerosos errores no forzados. ¿Qué se espera de él? Pues sin duda es la cenicienta del grupo, pero en Milán puede dar ese salto de calidad que le faltaba a lo largo del año.