El tenista chileno consiguió sacar adelante su partido de segunda ronda en Roland Garros. Doblegó a Mackenzie McDonald por 4-6, 4-6, 7-6(7), 6-3, 8-6 para seguir vivo y tener que medirse en la próxima instancia a Marcos Giron.
McDonald muy cerca del triunfo
Pese a que el encuentro no comenzara nada halagüeño para Garín poco a poco pudo ir solventándolo no sin antes tener que pasar por momentos de muchísimos apuros. McDonald estuvo jugando a un nivel muy alto con un impecable movimiento de piernas y teniendo una velocidad alta en ambos lados. Muy concentrado también con su primer golpe fue un gran arma para poder estar pensando en esta cerca de ganar su quinto partido en este Roland Garros ya que venía de superar la fase de clasificación.
En el tercer parcial, el estadounidense también fue por delante, pero a base de tesón Cristian pudo ir sacando los puntos necesarios adelante para poder respirar con profundidad. Aun así, el Tie-Break que iba a ser cara y cruz cayó para el chileno. Antes, sin embargo, tuvo que salvar dos bolas de partido donde dos errores de derecha de Mackenzie le perdonaron la vida.
Llega la épica
En el próximo asalto, Garín pudo coger la directa ante un McDonald bastante afectado con todo lo que le había pasado y no consiguió darle la vuelta para que durante esa manga pudiera plantar cara al cabeza de serie No.22 del cuadro parisino. En el que sería la última batalla del día, con el megáfono indicando que los espectadores tenían que ir recogiendo sus objetos personales para tener que despedirse de las instalaciones, ambos fueron manteniendo sus turnos de servicio.
No se olía la bola de break hasta que llegaron a los momentos decisivos. El estadounidense iba a gozar de su oportunidad pero nuevamente errores le traicionaron y pudo oxigenar nuevamente a un Garín que continuaba muy concentrado. El pupilo de Franco Davín, estuvo más entero, supo meter bola en vez de jugársela en momentos de vital importancia y aquello fue vital para poder sacar el duelo en cuatro horas y 15 minutos ante un Mackenzie que había perdido mucha fuerza mientras pasaban los minutos. Garín, muchísimo más entero y capacitado para poder dar la vuelta a un duelo épico, accedió a la tercera ronda.
