El tenista húngaro supera a Andrey Rublev en cinco sets (6-3, 4-6, 4-6, 6-0, 6-3) en su duelo por los octavos de final de Wimbledon. Fucsovics se cruzará ahora con Novak Djokovic, buscando un lugar entre los mejores cuatro del certamen.
Andrey Rublev venía jugando a un nivel muy sólido, aunque dejando algunas dudas con su temperamento en momentos de adversidad. El moscovita buscaba alcanzar por primera vez los cuartos en el All England, el único Grand Slam donde le faltaba aparecer en esa instancia. El ruso tuvo un complicado debut ante Federico Delbonis y una luchada tercera ronda frente a Fabio Fognini, para acceder a esta fase del torneo.
Por su parte, Marton Fucsovics jugaba este partido luego de una de las victorias más relevantes de su carrera, ante Diego Schwartzman. Previamente, en su estreno, dejó en el camino al siempre complicado Jannik Sinner, que aparecía como candidato a revelación. El húngaro fue campeón Junior en Wimbledon en 2010.
Una batalla con idas y vueltas
El partido comenzó con una rápida rotura en favor de Fucsovics, que estaba con buenas sensaciones al servicio y preciso para contrarrestar el juego agresivo de Rublev. El húngaro era quien mandaba en el score, mostrando mucha seguridad en cada turno de saque, algo que empezaba poco a poco a frustrar al ruso. Sin ceder en ningún momento la iniciativa, Fucsovics se adueñó del primer set por 6-3.
Pero esas malas sensaciones fueron luego positivas para Rublev en el inicio del segundo parcial, concretando un primer quiebre para tomar ventaja de 2-0. Momento clave sería el sexto game, con un Fucsovics que tuvo cuatro opciones de recuperar ese break, pero que fueron salvadas por el ruso. De esa manera, logrando sostener sin otros problemas su servicio, igualó la historia con un 6-4.
El tercer parcial dejaría una de las mejores versiones del partido, con muchos rallies desde el fondo de la cancha, pero también con drops y subidas a la red, sobre todo con las características del húngaro. En esta manga no aparecían las chances de quiebre para ninguno de los dos, por lo que se preveía una definición ajustada. Sin embargo, Rublev aprovechó un inesperado juego plagado de errores de su rival, para quebrar y luego llevarse la delantera en el partido.
Díficil de explicar la historia de esa cuarta manga, donde lógicamente Rublev partía como favorito a cerrar el partido con la ventaja de haberse llevado ese luchado tercer set. Pero Fucsovics salió mejor parado desde los primeros juegos, dejando atrás ese bajón y esas imprecisiones importantes en el final del set anterior. El húngaro fue concretando quiebre tras quiebre para terminar quedándose con la manga con un inesperado 6-0. La historia necesitaba un set de desempate.
Un set de definición
Esta vez el contexto reciente sí tendría relevancia en el comienzo de la manga. Fucsovics siguió con esas sensaciones excelentes del parcial anterior, y concretó una rotura rápida del servicio del ruso para adelantarse en el marcador, comenzando 3-0 arriba y acercándose al triunfo. Pero Rublev salió buscando recuperarse, consiguiéndolo tras una doble falta del húngaro, para apretar fuerte el puño y volver a meterse en partido.
Tras esa rotura, Marton aprovechó un game casi perfecto, consiguiendo varios tiros ganadores y forzando a Rublev a jugar incómodo en el servicio. De esa manera, el de Hungría volvió a quedarse con el turno de saque de su rival, extendiendo después su ventaja a un 5-2. El recurso de subir a la red para cerrar los puntos estaba sirviendo y mucho, con un Rublev que iba quedando cada vez más lejos de llevarse la victoria. Finalmente, Fucsovics selló su triunfo para avanzar por primera vez a cuartos de final en un Grand Slam.
