Tomás Etcheverry estuvo más de tres horas y media en cancha contra el neerlandés Van de Zandschulp para quedarse con el triunfo en tres parciales en Shanghai. El argentino podría verse las caras con Sinner en la siguiente ronda.
Etcheverry resiste con fuerza en Shanghai
Las dos victorias en la Copa Davis restablecieron la seguridad en Tomás Etcheverry (35°) para disputar el resto de la temporada con mayor confianza. La euforia de sus triunfos con el seleccionado albiceleste perduró hasta su participación en Tokio, ya que no logró vencer a O’Connell en la primera ronda del torneo. Pese al tropiezo en la capital japonesa, el platense emprendió viaje hacia China para debutar en el ATP 1000 de Shanghai, donde se enfrentaba al neerlandés Botic Van De Zandschulp (67°). Estos protagonistas se habían cruzado por primera vez en Gstaad y la victoria fue para Etcheverry.
El argentino se queda con el desempate
Los protagonistas plantaron sus ideas desde el comienzo, el neerlandés concretó el primer quiebre en el tercer juego, pero Etcheverry no permitió que se escape y niveló las cifras. Luego, Van De Zandschulp desplegó sus armas nuevamente, generando otras tres ocasiones de break, aunque no supo aprovechar ninguna. El argentino mostró sus capacidades y fabricó una chance de ruptura, pero no logró romper la barrera de su rival. Después de las controversias, los tenistas priorizaron defender el servicio y marcaron la igualdad hasta llegar al desempate, donde Etcheverry consiguió sumar puntos seguidos para apropiarse del parcial.
Van De Zandschulp encuentra un quiebre salvador
El segundo set arrancó con un Etcheverry firme en el fondo que logró forzar puntos adicionales y tuvo una chance de break, pero el neerlandés escapó de las cuerdas. Sin más contratiempos en el desarrollo, los participantes se desenvolvieron muy bien y le dieron fluidez al partido. Los juegos transcurrían de manera rápida, no se jugaban más de cinco puntos, era un intercambio de servicios. Sin embargo, en el octavo game, Van De Zandschulp ajustó sus ejecuciones complicando al argentino, quien logró esquivar tres bolas de quiebre, pero terminó perdiendo el saque. Posteriormente, el neerlandés sacó provecho de su gran servicio dejando en cero a su rival y sellando el segundo parcial por 6-3.
Etcheverry no bajó los brazos y se apropió del triunfo
Después de más de dos horas de juego, aún faltaba resolver el último set que definía quién pasaba a la tercera fase del torneo. Ambos jugadores tuvieron sus posibilidades para quebrar, pero ninguno fue capaz de capitalizar la diferencia en el score. Recién en el sexto game Etcheverry logró desenfundar tiros efectivos desde la devolución para cosechar una ruptura importante. De todos modos, cuando el argentino sacaba para partido, el neerlandés plantó su tenis con mucha garra y, tras varios puntos adicionales, consiguió romper el saque. El hecho de haber perdido esa oportunidad no le quitó la ilusión a Etcheverry, quien fue capaz de exponer su juego para efectuar otro quiebre, el cual le brindó la victoria tras un 7-5.
