Novak Djokovic logra superar al danés Holger Rune en tres parciales (7-5, 6-7(3), 6-4) en su duelo por los cuartos de final del ATP Masters 1000 de París Bercy. El serbio será rival de Rublev o de De Miñaur en las semifinales.
Un partidazo para abrir la jornada nocturna en el Accor Arena de París, con la reedición de la final de la temporada pasada, entre Novak Djokovic y Holger Rune, vigente defensor del título. El serbio venía de vencer al argentino Etcheverry en su debut, mientras que después tuvo que trabajar duro para superar al neerlandés Griekspoor, también aquejado por un problema estomacal. Por el lado del danés, ahora acompañado por Boris Becker parece estar reencontrándose con su mejor versión, y muestra de ello fueron los triunfos en sets corridos ante Thiem y ante Altmaier en este certamen francés.
Djokovic quiebra justo y se lleva el primero
La historia comenzaba con el saque de Djokovic, firme en esa materia en los primeros games, sobrellevando bien una postura bien agresiva de Rune, que ante la mínima posibilidad de atacar, tomaba el riesgo de subir rápido a la red para cerrar el punto o bien presionar a su rival. Todo venía controlado, hasta que en el 3-3 llegaría el primer momento de tensión al saque de Novak, cuando una doble falta lo ponía 30-30, pero allí, un saque ganador a la T y una gran derecha invertida, lo hacían sacar el juego adelante, ya entrando en terreno de definición.
El desarrollo parecía irse rumbo al tiebreak, sobre todo porque el danés tenía bajo control ese doceavo juego en el 5-6, pero al llegar al 40-40 iguales, una derecha en la red de Holger le daba el set point al serbio. Tras encerrar a su rival yendo hacia la red, Nole puso una fenomenal volea de revés a la línea y sentenció el parcial a su favor por 7-5.
Rune salva match point y empata el marcador
Más allá de esa definición del primer set, Rune saldría mejor parado al segundo y rápidamente pondría la primera rotura para pasar al frente por 2-1, tras una serie de errores no forzados de Novak. Sin embargo, proponiendo un juego más de control que de potencia, el serbio forzó algunos otros fallos de su rival, y de esa manera recuperó la rotura de manera inmediata. Entrando nuevamente en zonas definitorias, el No.1 del mundo llevaba la delantera, dominando por 5-4, y presentando, como siempre, su mejor versión en los momentos más críticos.
Tras una polémica breve por un tardío pedido de ojo de halcón por parte de Rune, Djokovic llegó a su primer match point, pero el danés lo salvó con un saque ganador, poniendo luego el 5-5. Llegaba el turno del tiebreak definitorio, y allí, el escandinavo sería contundentemente mejor que el serbio, toda una proeza en estos desempates, para ganarlo por 7-3 tras un notable passing de revés y seguir luchando por el pase a semis.
Nole se lo lleva en tres
Todo era tensión absoluta en la cancha central, y luego de una pausa de casi 10 minutos, los jugadores volvían a la acción. Tras un muy buen juego al resto, Djokovic firmaría el primer quiebre del set, sacando también provecho de una molestia de Rune en su mano, habiéndose lastimado al golpear una madera del fondo de la cancha en un momento de frustración. El serbio era entonces quien llevaba las riendas del marcador, haciendo un gran trabajo de contención ante las embestidas de su rival, sin tanto sustento como en el parcial anterior. Jugando a su más alto nivel en el cierre del partido, una marca de su tenis, Djokovic sentenció su pase a las semifinales con un 6-4 final, tras un muy buen saque abierto y un posterior error del danés.
