La número uno mundial volverá a disputar el martes un partido oficial tras casi un año entero sin hacerlo debido a su propia decisión de resguardarse en su país local de la pandemia del coronavirus. La de Ipswich cuenta las horas para saltar de nuevo a una pista de tenis con la esperanza de volver a hacerlo bien en su tierra.
El 28 de febrero de 2020, semifinales del torneo WTA de Doha (Qatar). En eso momento casi nadie lo intuía, pero quedaban apenas diez días para que el mundo se paralizase a causa de la terrible pandemia del COVID-19 que ha terminado por cambiar nuestras vidas para siempre. Aquel último día del mes de febrero también resultó ser el último día de acción de Ashleigh Barty en la pasada temporada.
Lógicamente, la número uno mundial no tuvo más remedio que quedarse en casa como el resto del mundo ante el inexpugnable avance de la pandemia. Sin embargo, una vez reanudado el circuito mundial, allá por el mes de agosto, Barty decidió por voluntad propia no volver a jugar un sólo partido desde ese momento hasta el final de dicha temporada. Esta no es la primera ocasión en la que la de Ipswich se ausenta temporalmente del circuito. Ya lo hizo de 2014 a 2016 para pasarse al cricket, uno de los deportes más populares de su país natal. Volvió en 2017 y con un ascenso imparable que en apenas dos años y medio la convirtió en la mejor tenista del planeta.
Un día antes de volver a disputar un partido oficial casi un año después, en la segunda ronda del WTA 500 del Yarra Valley Classic, torneo preparatorio para el Open de Australia 2021, Barty se muestra muy emocionada de regresar a las pistas, aunque admite que las expectativas, al menos por su parte, no serán de entrada las máximas que pueda tener.
Una persona muy competitiva
«En general, soy esa clase de persona. Llevo la competitividad dentro en cada ámbito de mi vida, en cada entrenamiento, en cada hobbie que tenga. Ciertamente, ver a los Tigers (su equipo de fútbol australiano favorito) desde la perspectiva de una fan más resultó increíble».
Aspectos positivos de estar con los suyos
«Ha sido muy bonito estar en casa todo este tiempo. Siento que he podido hacer muchas cosas que normalmente la competición me impide. Creo que he aprendido a sacar el lado más positivo de toda esta situación».
Segunda ausencia prolongada del circuito
«Creo que son dos circunstancias muy diferentes. Este último parón ha sido, de alguna manera, por obligación. Obviamente, la decisión de no jugar más en lo que quedaba de año también fue mía y de mi equipo, pero las circunstancias han sido muy distintas con respecto a lo que hice en 2014″.
Con ganas de jugar ante su gente
«Durante los últimos tres meses, la impaciencia me ha devorado por dentro sabiendo que el verano se acercaba cada vez más y con la posibilidad de comenzar a jugar de nuevo. Está claro que me encanta jugar en Australia. Me siento muy agradecida y emocionada por volver a tener la oportunidad de jugar aquí«.
Vuelta de los aficionados a las pistas
«Obviamente, con menos gente rondando por aquí, creo que moverse es un poco más fácil. Pero creo que, conforme el torneo y las rondas vayan avanzando, la multitud volverá a estar presente en la medida que pueda, sin ninguna duda. Será increíble una vez que las gradas se vayan llenando cada día más».
Diferentes expectativas este año
«Eso es cosa vuestra, de los medios. Es algo que manejáis vosotros, no yo» finalizó la aussie.
