El argentino sumó una gran victoria en Roland Garros ante el asiático Jung. Tras el partido declaró a los medios que está viviendo un sueño. Al igual que hizo su hermano Guillermo, Federico ya sabe lo que es conseguir un triunfo en el Grand Slam de la tierra batida.
Federico Coria ha debutado en el cuadro final de Roland Garros con un gran triunfo ante Jason Jung (7-5, 7-6(6), 7-6(3)). Un duelo igualado que se decidió en los momentos finales de cada parcial. El argentino ha demostrado dar ese salto de calidad en los partidos importantes que le hacen seguir viviendo un sueño. El siguiente rival será Paire pero como él mismo reconoce no se siente presionado. Únicamente quiere seguir disfrutando de esta experiencia que algún día soñó y se está cumpliendo.
Seguir soñando
Federico Coria ha debutado en Roland Garros con una victoria en el cuadro final. El argentino ha reconocido que está viviendo un sueño y todavía no se quiere despertar. «Todo es una locura, ya estar acá.. Estoy viviendo un sueño y no me quiero despertar. Fue un desahogo tremendo. Sentí presión porque en Roland Garros era especial, sentí que tenía una buena oportunidad. Pero hice las cosas bien y en el tenis hay cuatro Mundiales y este es uno y hoy había que ganar como sea y lo hice«.
«Quiero disfrutar de esto: en este momento estoy abajo de la Suzanne Lenglen y me acuerdo cuando en esta cancha, con 12 años, estaba viendo a mi hermano Guille y me hizo pelotear 5’ con el… y ahora me toca estar jugando a mi, y estoy viviendo mi sueño a cada momento y en estos dos meses me pasaron todas cosas que son una locura«.
Un duelo complicado
No tenía un debut cómodo aunque a priori era el favorito. «Fue bastante sufrido el partido, había muchísimos viento y era difícil agarrar confianza y no tuve muchas buenas sensaciones. Pero venir acá, poder jugar y ganar, es todo muy loco. El destino me va poniendo oportunidades, el tren no pasa seguido y ahora estoy en ‘las buenas’ y lo estoy viviendo así«.
Sin ninguna presión
En la siguiente ronda se medirá al local Paire. Coria no se pone ninguna presión y solo piensa en disfrutar dentro de la pista. «Ahora ya el próximo lo miraré tranquilo, es una alegría muchísima más grande que todas las demás porque era una de sus metas jugar Roland Garros y ganar un partido. Todo lo que viene para él es para sumar y seguir creciendo. Quiero que pueda confiar en él y seguir rompiendo barreras, es un ejemplo que a sus 28 años esté en su mejor momento después de pasos en falsos que tuvo en el circuito«.
«Hoy me lo voy a disfrutar entero el día y mañana…. Ya voy pensar en el próximo partido y mañana ya estaré cagado en el próximo partido. Pero confío en poder jugar mejor de lo que lo hice hoy y voy a luchar y ponerle difícil el partido a mi rival«.