Francisco Cerúndolo tuvo varias oportunidades de ganar en Basilea, pero la desesperación lo llevó a perder el encuentro. El argentino estuvo a la altura de Stefanos Tsitsipas, batalló hasta el tercer set, pero cuando pudo sellar la victoria, acumuló muchos errores y le cedió el partido al griego.
Cerúndolo desaprovecha las chances en Basilea
Después de la caída de Jarry, la cancha central del ATP 500 de Basilea recibía a otro tenista sudamericano, Francisco Cerúndolo (30°). El jugador argentino, reconocido por vencer a grandes tenistas, tenía por delante un duro escollo en su primera prueba, se medía con Stefanos Tsitsipas (11°). El griego llegaba al torneo suizo después de caer en los cuartos de final de Amberes, mientras que Cerúndolo tuvo una gran actuación en Almaty, alcanzando las semifinales. Teniendo en cuenta la actividad de las últimas semanas, el argentino podía tener buenas posibilidades en este duelo. Se trataba del primer enfrentamiento entre estos dos participantes.
Tsitsipas acelera con determinación
La moneda del sorteo indicó que Tsitsipas se haría cargo del primer turno de saque del partido, a lo que el griego respondió con total eficacia. A la hora de recibir, Stefanos planteó una sólida defensa, llegando cómodo a cada impacto del argentino y contraatacó para firmar el primer quiebre del juego. El ateniense parecía estar en su elemento, fluyendo con tiros punzantes y dominando los parámetros del encuentro para sacar una diferencia de 3-0. En el cuarto game, Tsitsipas volvió a desenfundar sus mejores herramientas, fabricando chances de quiebre, pero no pudo estirar la ventaja. Evitando que su rival se imponga en el desarrollo, el griego sostuvo un alto nivel de tenis para llevarse el primer set por 6-3.
El argentino encuentra soluciones en el partido
Después de un primer parcial casi perfecto, Tsitsipas arrancó a todo vapor en la segunda manga, expuso una gran soltura desde la devolución y firmó un nuevo break. Tal era la velocidad del griego que no permitía que Cerúndolo imponga su característica potencia. La situación se tornó peligrosa para el jugador argentino, quien tuvo que evadir tres bolas de quiebre en el tercer juego. De igual manera, no había mucho que podía hacer Francisco ante el brillante desempeño de su adversario, quien descontracturaba con una derecha imparable. El griego mostró una agilidad pocas veces vista y manejó las velocidades del partido con una colocación de primera clase.
Sin embargo, en el octavo game, Cerúndolo afirmó los pies en el fondo, supo neutralizar el impulso de su oponente y presionó para nivelar el score 4-4. Punto tras punto, el argentino se incorporaba en la disputa, emparejando las aceleraciones y produciendo incertidumbre en el griego. Los protagonistas se introdujeron en el desempate, donde Cerúndolo estuvo más fino desde la devolución, controló sus golpes y se quedó con el segundo parcial.
Cerúndolo no supo convivir con la ventaja
El tercer set era una bomba de tiempo para los tenistas, ya que no podían darse el gusto de cometer errores, estaban obligados a mantener una postura fuerte. Cerúndolo llegaba con mayor confianza tras ganar el tiebreak, lo que podía darle un impulso extra para oponerse al griego. Los tiros de Tsitsipas no eran tan contundentes como en el tramo inicial, aunque no había tiempo de especulaciones por parte del argentino. Francisco se veía más lúcido en la devolución, contragolpeaba con firmeza y generaba errores en su rival. En el transcurso del juego, Cerúndolo logró descifrar las claves del partido, tomó la iniciativa con la derecha y fracturó el saque del griego en el undécimo game.
El argentino tenía en su poder la posibilidad de sentenciar la victoria con su servicio, pero no supo manejar la situación, encadenó errores y sufrió la ruptura. En una batalla realmente ajustada, los jugadores se adentraron en otro desempate que definía al ganador. En el tiebreak decisivo, Cerúndolo no aprovechó el mini quiebre, permitió que Tsitsipas revierta las cifras y se terminó llevando una derrota muy dolorosa.