Roberto Carballés Baena ha participado en este final de año en muchos torneos Challenger con el objetivo de acabar la temporada en el top-100. Sin embargo, el sueño finalizó tras caer derrotado en Santiago ante el brasileño Monteiro. Con este resultado, Carballés se asegura tener que participar en el cuadro clasificatorio de Australia y se complica su participación en el primer Grand Slam de 2018.
Hay futuro en el tenis español. De hecho, hay mucho futuro y calidad en manos de algunos de los jóvenes más prometedores de nuestro país. Y si alguien se aproxima peligrosamente a esta definición de ‘futuro’ en el tenis, ese es Roberto Carballés. Con tan solo 24 años, el tenista tinerfeño de residencia en Granada no para de subir puestos en el ranking.
Tras comenzar el año como número 145 del mundo, Carballés ha estado cerca de conseguir el enorme reto de acabar el año como uno de los 100 mejores tenistas del mundo y evitar el cuadro clasificatorio del Open de Australia. Finalmente, tras caer de manera prematura ante Monteiro, Arévalo, Andreozzi y Kuzmanov en los últimos Challengers disputados (en ninguno pasó de segunda ronda), se sitúa en el puesto número 108. Es cierto que se complica su futuro más cercano con estos mejorables resultados, pero era un reto complicado y una auténtica proeza. Los mejores y más destacables resultados de Carballés en este 2017 han sido la consecución de los títulos de Challenger de Manerbio y Cortina. Además los cuartos de final en el torneo de Quito (ATP 250) donde cayó ante Albert Ramos.
No obstante, la nota positiva de esta mala racha es la capacidad de mejora visible en el tenista español. ¿Capacidad de mejora en qué ámbito? Pues bien, si analizamos las recientes derrotas de Carballés todas se producen de una manera muy similar: comienza los encuentros con una gran actividad, con una enorme precisión y consiguiendo muchos puntos a través de winners que viajan muy cerca de la línea y que dificultan el juego defensivo del rival. A este apabullante comienzo, siempre le sucede un notable bajón físico, las bolas dejan de entrar y el rival comienza a crecerse y a demostrarse superior hasta acabar con la consecución de la victoria.
Uno de los principales problemas es que la velocidad de la bola baja considerablemente. Además en los parciales definitivos suele bajar el porcentaje de primeros. Los segundos del jugador canario son un plato fácil para los jugadores agresivos que consiguen dominar el punto desde el primer golpeo. Esto al final se acaba mejorando con partido a la espalda, que suman en forma de experiencia, por eso no debe ser preocupante.
Carballés Baena quiere explotar en 2018
Así, 2018 puede ser un gran año para Roberto Carballés Baena, puede y sobre todo debe ser el año en que el joven tinerfeño se afiance definitivamente como un jugador fiable y constante del top-100. Hay que recordar, que Carballés Baena ya consiguió entrar en el top-100 a mediados del 2016, pero el objetivo ahora es entrar para no volver a salir. Si mejora esos errores y refuerza su condición física, creo que conseguirá su objetivo porque cualidades y aptitudes le sobran. ¿Conseguirá su explosión definitiva?