Opinión

Bernard Tomic: La rebeldía por escudo

Bernard Tomic se queja en Wimbledon
Bernard Tomic en Wimbledon | Foto: www.wimbledon.com

Bernard Tomic no es esa clase de tenista que sirve como ejemplo para tus hijos. Tampoco es un deportista caracterizado por el pundonor y una competitividad sana. Es más, ni lo es ni lo busca.

Si hubiese que definirle en dos palabras, sin duda, utilizaríamos términos como ‘’talento desaprovechado’’ o ‘’estrella estrellada’’.

El tenista australiano, llamado a ser una de las grandes promesas de su generación, ni está ni se le espera. Pese a unos más que decentes resultados durante sus prometedores inicios, ha acabado descarrilando de manera grotesca durante los últimos meses de competición.

Su caso en particular recuerda mucho al de Nick Kyrgios, aunque en mi opinión, con bastante menos gracia y talento.

Pese a su negativo bagaje durante los últimos tiempos, el tenista australiano logró ser top 20 del mundo a principios del año 2016, demostrando que si lograse canalizar toda su energía hacia su talento, seguramente se encontraría de manera cómoda entre los mejores tenistas del circuito.

Hastiado hasta más no poder y repitiendo en cada una de sus entrevistas lo mucho que le aburre el tenis y cómo la gran cantidad de millones de dinero que amasa generan una profunda indiferencia en su motivación tenística diaria.

Y es por ello por lo que, en relación a su calidad tenística demostrada en alguna ocasión, ya no son trofeos lo que acumula en sus vitrinas, sino excentricidades. Y además de todo tipo, tales como restar con la raqueta cogida del revés, o dejarse perder un partido en el que iba por detrás en el marcador por el simple hecho de no querer pelear.

Lo peor de todo es que esta colección de gamberradas ya apenas tienen gracia, debido a su desánimo y pérdida de crédito sobre una cancha de tenis, que le hacen perder todo su carisma como deportista de élite.

Bernard Tomic en la clasificación de Roland Garros 2018
Bernard Tomic en la clasificación de Roland Garros 2018 | Foto: @rolandgarros

Un futuro incierto

Sería positivo saber si, en un futuro no muy lejano, la carrera de Bernard puede ser reconducida de alguna manera por algún coach con experiencia, que logre animar de nuevo al ya no tan joven talento australiano.

Todo parece indicar que será a priori muy complicado, debido a su pésima dinámica reciente, que le ha hecho situarse más allá del Top 200 del mundo.

Una espiral negativa, insuflada por una insistente rebeldía que muestra la peor cara del talento inmaduro, aquel que no ve más allá de coleccionar billetes.

 

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