El español Carlos Alcaraz mantiene su postura en los Juegos Olímpicos de París 2024. El segundo preclasificado avanza con determinación tras superar al neerlandés Griekspoor con parciales de 6-1 y 7-6 en la segunda ronda. En el horizonte aparece el ruso Safiullin.
Cuadro masculino Juegos Olímpicos París 2024
Alcaraz muestra su poderío en la arcilla parisina
El flamante bicampeón de Wimbledon, Carlos Alcaraz (3° ATP), quería seguir dejando su huella en el camino de los Juegos Olímpicos. El tenista español concretó un inicio sólido venciendo al libanés Habib por 6-3 y 6-1 para empezar a sumar en París. La cancha Philippe Chatrier ha sido testigo de la primera consagración de Alcaraz en Roland Garros y podría ser el escenario donde conquiste una medalla olímpica. Para seguir soñando en la cita olímpica, el murciano se enfrentaba al neerlandés Tallon Griekspoor (28° ATP) por un boleto a los octavos de final. Con la derrota de Nadal frente a Djokovic, el número tres del mundo es la última carta que le queda a la escuadra española en singles.
Carlos se apoderó de los hilos
El español impuso condiciones desde el arranque enseñando sus potenciales armas para conseguir un quiebre fugas en el segundo juego. Alcaraz presentó variables con su juego, supo convivir con una bola de break en contra y confirmó la ruptura con buenos servicios. El neerlandés logró soltar algunos tiros punzantes marcando presencia en el duelo, pero necesitaba ser más agresivo contra su rival. El desarrollo del partido era controlado por el español, quien otorgaba un dominio importante con su jerarquía. Las opciones que poseía Griekspoor eran muy pocas y se le complicó en el sexto juego cuando cedió el saque con una doble falta. Luego, Alcaraz consolidó su gran nivel de tenis, ajustó perfectamente las herramientas y ganó el primer parcial con un contundente 6-1.
El español resistió hasta el tiebreak y avanzó de ronda
En el comienzo de la segunda manga, el murciano presionó a su oponente haciéndolo trabajar puntos adicionales, pero Griekspoor logró cerrar el primer juego. El neerlandés mostró cierta mejora en su tenis, apretando con ejecuciones veloces y profundas para sobrepasar al español. Sin embargo, Alcaraz no daba el brazo a torcer en su turno de saque, defendía lo propio con mucha convicción sin darle opciones a su oponente. Griekspoor se mantenía en la cuerda floja, estaba obligado a jugar al límite para no perder su juego de servicio, lo estaba haciendo bien. El español bajó un poco la efectividad de los tiros y el neerlandés subió notablemente el nivel, aunque no podía quebrar. Los jugadores mantuvieron la igualdad hasta el desempate, donde Alcaraz pudo desatar toda su calidad y se adueñó de la victoria.