El tenista griego fue de menos a más para acabar imponiéndose en Roma. Tsitsipas se venga así de la derrota en Madrid y peleará por el título en el último Masters 1000 de la gira de tierra batida (4-6, 6-3, 6-3).
Duelo estelar en la primera semifinal masculina de Roma. Alexander Zverev contra Stefanos Tsitsipas. El alemán venía a disputar la final el Madrid y sin perder un solo set en Roma se había plantado en semifinales. En frente estaba un Tsitsipas que había tenido que hacer mayores esfuerzos para llegar hasta esta ronda. En el cara a cara era el griego el que dominaba por siete victorias y cuatro derrotas, aunque en el último enfrentamiento hace solo unos días en Madrid ganó Sascha.
Tsitsipas logra la remontada
La primera manga tuvo un altísimo nivel. Desde el inicio ambos intercambiaban intensos peloteos desde el fondo de la pista. Era Tsitsipas el que comenzó llevando la iniciativa en el marcador y pudo aguantar durante los primeros juegos. Zverev parecía estar cómodo y plantaba batalla desde el fondo de la pista al heleno. La primera bola de rotura llegó en el séptimo juego y fue a favor de Sascha. La red ayudó al alemán y de esta manera Tsitsipas veía como perdía su servicio. Desde ese momento los primeros servicios ayudaron a un Zverev que acabó llevándose el primer parcial ganando el décimo juego en blanco.
Poco tardó en llegar la reacción de un Tsitsipas que salió a la segunda manga mucho más intenso. Zverev de repente a los pocos minutos y después de perder la primera manga estaba 0-3 abajo. Zverev intentaba acercarse en el marcador, pero el tenis de su rival estaba mejorando con el paso de los minutos. El alemán sufría con su servicio y es que cada vez que el punto se endurecía el que tenía las de ganar era el heleno. Finalmente por 6-3 Tsitsipas confirmaba el segundo set y el ganador y primer finalista de Roma iba a salir de un bonito e intenso.
Mucha igualdad en la tercera manga y bonitos puntos que deleitaron al público. Estaba claro que el ganador se iba a decidir por pequeños detalles. Zverev tenía que llevar la iniciativa en el marcador para pasar la presión al otro lado. El problema es que en el quinto juego tuvo una bola de break en contra. Tsitsipas muy acertado consiguió el punto y tras confirmar la rotura se marchaba hasta el 4-2. De repente se empezó a ver a un Zverev más cansado y sobre todo algo desanimado a nivel mental. Tras ganar el octavo juego Tsitsipas restaba para ganar el partido. Un 0-40 le daba tres bolas para cerrar el encuentro y a la primera celebraba una gran remontada y su pase a la final de un nuevo Masters 1000.