El italiano ha podido con Zverev por la vía rápida. Tres sets igualados que se han decidido por pequeños detalles y siempre Berrettini ha sido mejor en ellos (6-3, 7-6(4), 7-6(5)). Berrettini regresa a los octavos de final de un Grand Slam.
Duelo estelar el que cerraban la jornada en el cuadro masculino de Wimbledon el sábado 8 de julio. Zverev contra Berrettini, lo que podía ser hace unos meses una final de un gran torneo. El alemán venía de dos buenos triunfos y Berrettini de reencontrarse con su mejor versión y superar a Sonego y De Miñaur. En el cara a cara cinco enfrentamientos con cuatro victorias para el alemán y una para el italiano. Se esperaba un partido parejo en el que los pequeños detalles podían decidir el ganador del encuentro.
Berrettini sigue disfrutando en Wimbledon
Matteo Berrettini comenzó con problemas al servicio y Zverev se encontró con una bola de break a las primeras de cambio. El italiano la salvó y de esta manera podía llevar la iniciativa en el marcador. Gracias a ello presionaba a un Zverev que se mostraba muy cómodo con su servicio, pero justo tras el 4-3 Berrettini jugó agresivo para encontrarse con un 15-40 que le daba una doble oportunidad de oro. Logró la primera rotura del encuentro y tras confirmarlo por 6-3 se llevaba el primer parcial en poco más de media hora.
Alexander Zverev intentaba animarse y era el que llevaba la iniciativa en el segundo set. Berrettini fue ganando confianza y mostrándose más sólido con su servicio. Ambos traspasaron el ecuador del set con seguridad y justo tras el 4-4 y con el saque de Zverev llegaba la lluvia, por lo que el partido tenía que ser interrumpido. El partido se reanudó bajo techo y no hubo alternativas de rotura en el set. Finalmente se iban al tie break y aquí Berretini aprovechó un mini break a la perfección y sin ceder ni un solo servicio por 7-4 se acababa llegando el segundo parcial y quedándose muy cerca del triunfo.
El tercer parcial continuó con la misma dinámica. Los servicios se imponían con facilidad. Berrettini estaba confiado y con ganas de cerrar el partido en tres sets. Zverev se animaba y su banquillo no paraba de mandarle mensajes de ánimo creyendo en la remontada. Saltaron las alarmas cuando en el octavo juego tuvo que hacer frente a cuatro bolas de break, pero la salvó y lograba poner el 4-4 ganando así confianza, pero Berrettini no se puso nervioso. Otra vez iban al timbre break y tras el 3-3 el italiano dio un paso adelante y tras tres puntos consecutivos con el 6-3 tenía tres match balls. A la primera bola de partido no, ni a la segunda tampoco, pero a la tercera celebraba con rabia un triunfo que le vuelve a colocar en los octavos de final de todo un Grand Slam.
