La tenista china Qinwen Zheng superó a la italiana Jasmine Paolini por 6-4, 1-6, 6-1 tras 2h16m de juego en la final del WTA 250 de Palermo. De esta forma, se quedó con el primer título en este nivel de su carrera y subirá al No. 24 del mundo.
Qinwen Zheng logró a sus cortos 20 años meterse entre las mejores jugadoras del mundo, logrando una gran madurez deportiva para dar el salto de calidad, y ahora busca asentarse y seguir creciendo. El 2023 hasta aquí le ha dado como resultado más resonante las semifinales del WTA 500 de Abu Dhabi, sumado a unos importantes cuartos de final en el WTA 1000 de Roma. Errani, Parry, Navarro y Sherif fueron sus victimas para arribar a la final. Del otro lado de la red llegaba Jasmine Paolini. La italiana este año se consagró en el WTA 125k de Florencia y alcanzó la final en Makarska, para sumar en su ranking. Esta semana mostró un tenis de altísimo nivel para tachar a Rus, Yastremska, Kasatkina y Sorribes.
Zheng triunfa en tres parciales
Qinwen Zheng y Jasmine Paolini chocaban para definir a la ganadora del WTA de Palermo.
El inicio del partido fue todo para la china, que se llevó todas las luces, con un tenis consistente e intenso desde el fondo de la cancha para aprovechar cada oportunidad y anotarse una doble ruptura. Luego de esa tormenta incesante del arranque, la italiana recuperó un break para no perderle pisada. Después de esas impresiones, ambas tomaron coraje para imponer su saque y sostener sin mayores problemas. Esa dinámica le vino muy bien a Zheng, que nunca dejó crecer a su rival y se anotó por 6-4 en 45 minutos.
La segunda manga cambió absolutamente su desarrollo. Jasmine salió muy agresiva y potente con su derecha para sotener y luego, en un eterno game, aprovechar su sexto break point para quebrar el servicio. Ese juego las dejó a ambas bastante agotadas físicamente, pero desde lo mental la jugadora asiática lo sufrió notoriamente. Por su lado, la italiana recargó energías para sumar en el score sin parar. Tras verse muy en desventaja, Zheng cedió, y Paolini se sostuvo para igualar por 6-1 en 50 minutos.
En el set decisivo, el rumbo del encuentro volvió a tener un giro inesperado. La china desde la mitad del segundo parcial que con el score muy en desfavor decidió mentalizarse para el definitivo. Y así fue. Absolutamente autoritaria y con una convicción espectacular, Qinwen se comió la cancha para aprovechar cada oportunidad e iniciar con doble ruptura a favor. Ese golpazo anímico no lo supo contener Paolini, y todo se le volvió muy cuesta arriba. Con un gran saque y lastimando con la derecha, Zheng sentenció el 6-4, 1-6, 6-1 tras 2h16m.