La organización del torneo incluiría la superficie de hierba híbrida en sus pistas de práctica. Mantener unas instalaciones de pista natural demanda mucho mantenimiento. Por ello es posible que en los próximos años sea reemplazada por hierba artificial.
Wimbledon es el torneo de tenis más antiguo que existe. Por ende, es el principal exponente de un deporte muy tradicional que suele ser reacio a los cambios. Sin embargo, finalizada la edición de este año, se han puesto en debate en el comité del All England Lawn Tennis and Croquet Club, encargado de la organización del torneo, temas como la conversión de hierba natural a híbrida en sus pistas.
La hierba natural demanda mucho mantenimiento en un torneo de dos semanas como un Grand Slam. Al punto que en la pista central, dónde se juegan los partidos más importantes, solo puede haber tres encuentros por jornada, lo que genera un desequilibrio entre el género masculino, que se ocupa la mayoría, y el femenino.
En búsquedas de la inclusión de un cuarto partido, Tim Henman, ex número cuatro del mundo y miembro del comité, explicó: “en los campos de fútbol o de rugby se utiliza un 3% de hierba artificial, nosotros estamos buscando ver que ocurriría usar entre un 5 o 10 % en la de tenis”.

Se necesitan alrededor de 51 millones de panes de césped solo para poder hospedar al torneo anual. El experimento consistiría en inyectar pedazos de hierba artificial, a 18 pulgadas del suelo, que funcionarían como la base dónde la nueva superficie crecería.
En una sesión de entrenamiento, en conjunto con la fundación de caridad “Give It Your Max”, Henmann adelantó que están muy cerca de instalar sus primeras pistas híbridas en las canchas de práctica.
“Si vuelves algunas generaciones atrás, el pasto artificial era una gran tendencia en América, Australia, India y gran parte de ella ha dejado de existir debido a los altos costos de mantenimiento que conlleva. Si esa área volvería a crecer, entonces sería relevante para Wimbledon” cerró.