Reto cumplido para Stan Wawrinka que en hora y 35 minutos logró el pase a segunda ronda de la Rogers Cup del Masters 1000 de Montreal al eliminar por 6-4, 6-4 a Grigor Dimitrov. Le esperará en segunda ronda el ruso Karen Khachanov.
Décima vez que se topaban en una pista de tenis dos tenistas que tuvieron muy cerca la corona del ránking mundial de tenis. Había mucha expectación por cómo sería el duelo más atractivo de primera ronda con la organización poniendo el partido en la segunda pista en importancia.
Con ambos frescos y con buena movilidad dieron comienzo un encuentro en el que el tercer juego ya traería cola. Más de 12 minutos luchando por un resto que el helvético pudo llevarse. Fueron antes tres ocasiones de quiebre que el búlgaro levanto con soltura y convicción pero en los puntos donde el peligro aún no se asomaba, se achicaba y las dobles faltas le nublaron. Justamente, de esa manera dejó que se le escapara el juego.
Estaba siendo Grigor el tenista que quería llevar el peso, queriendo ser agresivo y pegando duro a la bola pero aquello también conllevaba a los errores sumados en sus estadística. Wawrinka, por su parte, estaba muy cómodo con su servicio, sobretodo con su saque a la T, desde el lado de deuce. Apenas tuvo problemas cuando ponía la bola en juego.
Con 3-5, Dimitrov perdió la concentración para cometer tres claros errores que llevaron al No.22 del mundo, trazar con tres bolas de set. Sin embargo, cuando el peligro se asomaba, realizó cinco impecables puntos que le llevaron a animarse y que el parcial tuviera más cabida en el minutero. Pasó toda la presión a un Wawrinka que se vio jugando con varios segundos, pero en el momento oportuno, acompañado de su soberbio servicio, consiguió cerrar el parcial.
El inicio del segundo set sintió el ascenso del nivel tenistico por parte de los dos. Aquello también conllevó a la disputa psicológica y el juego de quién se llevaba al público hacia su lado. Tras dos breaks en los dos primeros juegos, el suizo volvió a luchar al resto y se llevó el gato al agua con un sonoro ‘come on’ comiendo la tostada al búlgaro en un trascendente instante de la cita.
Pese a tener problemas a causa de tirar tanto y ser agresivo con su derecha fue sacando sus turnos de saque. La actitud de Dimitrov no desmereció y llegó al momento importante. Al igual que en la manga anterior, realizó los deberes pasando a su oponente la patata caliente. Es decir, servir por el partido.
Los tres primeros puntos jugando con segundos, llegó al 30-15 pero después armado de confianza pudo servir mejor para cerrar a la primera bola de partido que dispuso. Por tanto, es la cuarta consecutiva ante Grigor para poner en un 6-4 el cara a cara entre ambos.
