Hay tenistas que entrenan muchísimo y no ven los buenos resultados. Ellos imprimen un esfuerzo muy grande en la dirección equivocada porque usan la Ley de la Atracción en su contra y no en su favor. Es un círculo vicioso donde los malos resultados generan emociones y reacciones de malestar en el atleta. Estas emociones y reacciones hacen que otra vez se produzcan resultados iguales incluso peores. Veamos cómo ocurre eso.
La energía negativa lleva al fracaso
La Ley de la Atracción dice que lo que pensamos, creemos y sentimos es lo que genera todo lo que nos ocurre a las personas. Si piensas en algo malo que te ha pasado, te sientes mal por ello y crees que seguirá ocurriendo, entonces estás generando más de eso en tu mente y luego esa realidad surge de nuevo frente a ti.
Imaginemos un tenista que piensa: “No quiero perder contra él nuevamente, siempre me gana, no quiero que suceda de nuevo…”. Entonces está teniendo los pensamientos que atraerán el mismo resultado. Si recuerda o visualiza esas malas experiencias contra aquel que la ha ganado múltiples veces, todo ello conduce a repetir el fracaso.
Allí esfuerzo y la energía emocional invertidos para evitar la situación, empeoran el desempeño en vez de ayudar. Mientras más molesto, indignado, frustrado o rabioso se sienta el tenista, más energía negativa le agrega a los pensamientos que perpetúan su fracaso.
Visualizar las cosas buenas
Todo tenista tiene fallas repetitivas en su desempeño y vive situaciones repetitivas en la cancha, ya sea consigo mismo, con el oponente, el árbitro, el público, el entrenador o sus padres. Al ocurrir las cosas negativas, cuando el oponente roba puntos, cuando hay un golpe en el cual la ejecución no favorece, cuando el oponente remonta el partido, se comete una doble falta… ante cualquier situación que reaparece, el tenista tiene dos opciones: seguir creando en su mente las causas del fracaso o reaccionar de forma diferente haciendo las causas internas que solucionan el problema a futuro.
Allí, el tenista debe asumir que todo saldrá bien, que sí logrará lo que desee aun cuando en ese momento esa no sea la realidad. Supongamos que acaba de fallar un match point, no pudo cerrar el partido. No le sirve de nada molestarse y pensar: “¡Por qué me pasa eso! … ¡Otra vez me ocurre!… ¡Soy un desastre!… ¡Odio a ese desgraciado!”.
En lugar de ello, debe controlar sus emociones y continuar sintiéndose bien mientras disputa ese partido. Debe visualizarse anotando el último punto en la próxima oportunidad de ese mismo día y debe creer que es así. También se puede utilizar la visualización para mejorar específicamente la coordinación motora y la ejecución técnica.
Mentalidad positiva
Las palabras que se usan son importantes. No sirve para nada pensar: “No me va a ocurrir, no me va a ocurrir…”. Es necesario dejar de pensar en lo que uno no desea y comenzar a enfocarse solo en aquello que se quiere lograr. Puede decirse una y otra vez en su mente: “¡Soy excelente cerrando los partidos!, ¡En el último punto, siempre juego mejor!”.
¿Y qué ocurre si esos pensamientos positivos no se cumplen? Tienes que mantener esa mentalidad positiva y seguir sintiéndose bien mientras lo intenta en ese mismo partido o torneos posteriores. ¿Durante cuánto tiempo se necesita mantener esa actitud positiva para lograr un cambio en el tenis? Es impredecible, varía según la persona y según aquello que desee lograr. Algunos logros se dan de inmediato y otros tardan en llegar. Se necesita fe inamovible acompañada de persistencia inquebrantable.
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