Thiago Tirante sigue jugando su mejor tenis en el circuito ATP y debutó con victoria en Kitzbuhel. El jugador argentino despachó al local Dominic Thiem en la primera fase con parciales de 6-2 y 6-4. En octavos de final se cruzará con su compatriota Sebastián Báez.
Tirante pone primera en el ATP de Kitzbuhel
El último partido correspondiente a la primera ronda del ATP 250 de Kitzbuhel contaba con la participación del argentino Thiago Tirante (101°). El tenista platense buscaba ser el cuarto argentino en llegar a los octavos de final del torneo y para eso tenía que doblegar al local Dominic Thiem (138°). Tirante llegaba a este encuentro luego de un gran desempeño en Bastad, donde mostró su mejor versión alcanzando las semifinales. Por su parte, Thiem encadenó tres derrotas consecutivas, su última victoria fue en la primera ronda de la Qualy de Roland Garros. El panorama pintaba mucho mejor para el tenista argentino, quien viene jugando un gran tenis, pero no había que descartar las posibilidades del austríaco.
Thiago dominó los puntos con agresividad
El argentino saltó a la cancha con mayor consistencia en sus golpes, se afirmó en la línea de fondo para hacer circular la pelota y firmó un quiebre fugaz. Luego de ratificar la ventaja, Tirante siguió presionando desde atrás, contuvo bien los tiros del austríaco firmar otra ruptura. Thiem no estaba preciso, cometía muchos errores no forzados y no lograba incomodar a su rival. El argentino desplegó una serie de golpes veloces siendo ampliamente superior, manifestándolo en el score con un 4-0. La situación era compleja para el jugador local, necesitaba ajustar perfectamente los tiros para sobrepasar a su oponente. Tirante desenfundó un tenis agresivo, atacaba continuamente, no permitía que el austríaco se acomode en el terreno. Luego, el argentino se hizo cargo del servicio con determinación para ganar el primer set por 6-2.
El argentino aceleró en el momento justo
El segundo parcial parecía transitar un camino más cerrado, Thiem logró sostener el saque en el juego inicial y empezaba a desplazarse hacia adelante. De igual manera, todavía tenía que lidiar con los ataques del argentino, quien se hacía fuerte en los turnos de servicio. El austríaco se iba desenvolviendo a medida que transcurrían los puntos, sus impactos llevaban más soltura y cubría bien los espacios en la cancha. Los juegos se volvieron más compactos, los tenistas tenían que disputar puntos adicionales. En el noveno game, Tirante se afirmó en el fondo, arriesgó algunos tiros complicando a su rival y consiguió un quiebre con una pelota rasante. El argentino sumó confianza en su tenis, jugó con mucha profundidad y se quedó con la victoria luego de un 6-4 final.
