El austriaco se impuso en tres parciales (1-6, 6-3, 6-2) sobre el chino Zhizhen Zhang y se instaló en los cuartos de final del ATP 250 de Kitzbuhel. Allí, enfrentará a Arthur Rinderknech.
Dominic Thiem fue, en su momento, la mayor amenaza del Big 3 y uno de los mejores jugadores del circuito. El ex No.3 del ranking mundial, finalista de Roland Garros y campeón del US Open sufrió una dura lesión en una de sus muñecas y debió abandonar las pistas por un considerable tiempo. Sin embargo, con mucho esfuerzo y aunque los resultados no lo hayan acompañado, continuo trabajando en busca de regresar a las primeras planas. Hoy, se encuentra a las puertas del Top 100 y mechando entre torneos ATP y Challenger. En su segundo partido en el certamen austriaco, el ídolo local debía enfrentar a Zhizhen Zhang.
Zhang firma un inicio apabullante
Ante un Court Central repleto, Zhang daba una clara exposición de lo que significa un tenis de alto voltaje. Variantes, intensidad, potencia y precisión. Con esas herramientas ejecutadas de una manera fabulosa, el chino superó a Thiem en todos los aspectos y firmó una diferencia de dos quiebres para rápidamente ponerse 4-0. El austriaco, descolocado mentalmente y muy frustrado, intentó recuperar un poco del terreno perdido, construyendo con mucha paciencia los puntos y no arriesgando de más. Sin embargo, Zhang nunca bajó el pie del acelerador, mantuvo la diferencia y se adjudicó el primer set por un contundente 6-1.
Thiem iguala los número
El descanso sacó lo mejor de Thiem, que se mostró fresco y renovado tras un set errático. El austriaco hizo borrón y cuenta nueva, recobró energía y, con mucho coraje, salió a buscar el resultado. Zhang presentó batalla y busco anularlo, sabiendo como es su rival en los momentos más cruciales. Los primeros juegos fueron bastante disputados, aunque la ventaja no caía para ningún lado. Sin embargo, en el cuarto game, que fue muy extenso, Thiem apretó y género una equivocación de derecha en su rival para encontrarse con el primer break del partido. Con un nivel muy sólido -pocas veces visto esta temporada-, aguantó sus turnos de saque y puso tablas, en 1-6 y 6-3.
Estupendo triunfo del local
Thiem aprovechó el envión tenístico y mental de la anterior manga y continuó jugando un tenis de altura. En el primer juego, agarró a un Zhang desprevenido e hizo valer la única bola de quiebre que dispuso, confirmándolo con un revés paralelo exquisito, aquellos que hacía regularmente con facilidad en sus mejores años. Con ese margen, se soltó y dio un espectáculo, para conseguir otro break y hacer estallar al público. A la hora de cerrarlo no titubeo y avanzó por 1-6, 6-3 y 6-2.