En el 2013, la tenista alemana Tatjana Maria, daba a luz a su primera hija, Charlotte. Ahora, 7 años después, espera otro bebe, el segundo de la familia Maria, y espera volver al circuito tras el nacimiento de su segundo hijo.
Una jugadora que nunca ha estado en las posiciones altas de la clasificación, pero que ha conseguido derrotar a jugadoras como Sloane Stephens o Anastasija Sevastova. Su revés a una mano, destaca en pistas rápidas, y es una de las pocas jugadoras en tenerlo a una, junto con Carla Suárez. Usa mucho el slice cortado de revés a una mano, el cual es una seña destacada en su juego, el cual se adapta perfectamente a superficies rápidas, sobre todo a la hierba, donde ha rendido muy bien en su carrera, ganando su único título sobre la hierba de Mallorca en 2018, ante Sevastova.
Éxitos en el dobles
Su cortado fluye muy bien sobre superficies rápidas, y la hierba no es una excepción. Sufre mucho en pistas lentas de tierra, peo lo compensa en pistas más rápidas, como la hierba, donde ha ganado su único título. Además, se mueve muy bien en la red, y es una consumada doblista, modalidad en la cual ha ganado cuatro trofeos WTA. Destaca por su gran cortado y su buen juego en la red, recordando a un juego de otra época, y su derecha quizás en ocasiones carece de ese peligro necesario. No será recordada por ser de las mejores, pero su carisma fuera de la pista, y su alegría en su estilo en los partidos, merece ser recordada.
Ahora, en este parón, podrá seguir disfrutando de la vida, y de la felicidad que conlleva ser madre por segunda vez, tras serlo ya en 2013, y su marido es su entrenador. Junto a él y su hija, aguardan el nacimiento de su segundo hijo, y veremos si a su vuelta, consigue mantener ese nivel sobre pasto, y con esa alegría en su tenis, recordando a los viejos tiempos, en los cuales el revés cortado a una mano, y las voleas ganaban partidos. Larga vida a las madres en el tenis.