Iga Swiatek se adentró en las semifinales del Qatar TotalEnergies Open después de superar en mangas consecutivas a Rybakina. La polaca remarcó su audacia en tierra qatarí para imponerse sobre la kazaja y avanzar en el torneo.
Swiatek prevalece en Qatar y continúa su defensa
Iga Swiatek (2°) y Elena Rybakina (7°) protagonizaban un duelo de alto voltaje en los cuartos de final del WTA 1000 de Doha, reviviendo la final del año pasado, donde la polaca se consagró campeona. Swiatek, segunda cabeza de serie, llegaba tras una exigente victoria en tres sets ante Noskova, mientras que Rybakina, quinta sembrada, avanzó con solidez tras imponerse a Sramkova. Este choque marcaba el octavo enfrentamiento entre ambas, con la kazaja liderando el historial por 4-3. Con antecedentes recientes de mucho nivel y un estilo de juego contrastante, la batalla prometía ser intensa, con Swiatek buscando reafirmar su dominio en Doha y Rybakina intentando extender su ventaja en el mano a mano.
La polaca arranca a toda máquina
Iga Swiatek impuso su autoridad desde el inicio, desplegando su versatilidad desde el fondo de la cancha y acelerando los intercambios. Rybakina, en cambio, arrancó con imprecisiones, cediendo puntos clave y permitiendo que la polaca tomara rápidamente el control con un quiebre en el segundo juego. Con un servicio sólido y una intensidad inquebrantable, Swiatek mantuvo la iniciativa, desarmando los intentos de la kazaja por dominar con su derecha. Segura en cada ejecución, la número dos del mundo dictó el ritmo sin fisuras, forzando errores y sosteniendo su ventaja con autoridad. Con dos quiebres a su favor y una actuación precisa en todos los frentes, cerró el primer set por 6-2, dejando sin respuestas a su rival.
Swiatek destraba la paridad y se queda con el triunfo
El segundo set mostró una reacción firme de Rybakina, quien capitalizó un quiebre temprano con su potente servicio y una derecha más ajustada. Sin embargo, Swiatek no se desmoronó y generó oportunidades de break, aunque la kazaja resistió con golpes letales. La polaca insistió, exigiendo a su rival en cada punto, pero sin lograr equilibrar el marcador de inmediato. En el octavo juego, Swiatek encontró la clave en la devolución, neutralizando los ataques de Rybakina y recuperando la ruptura. Luego, debió sostener con esfuerzo su servicio antes de lanzar el golpe final. Cuando todo apuntaba al tiebreak, la número dos del mundo impuso su carácter en la devolución, sellando el triunfo con un quiebre decisivo para el 7-5 definitivo.
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