El preparador galo, ex técnico de Muguruza y que hace poco terminó su relación profesional con la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, habló para L’Equipe e incidió en las dificultades que está atravesando su gremio por la crisis actual del coronavirus.
Poco a casi nada se está hablando de ellos, pero los entrenadores de tenis también se cuentan entre los colectivos que más dificultades están atravesando a causa de la crisis global provocada por la pandemia del coronavirus. En declaraciones al diario francés L’Equipe y recogidas también por el diario AS, Sam Sumyk, uno de los preparadores con más experiencia del circuito femenino, dio su opinión alzando la voz ante los graves problemas que están sufriendo los profesionales de su oficio y denunciando la falta de ayudas que, por otra parte, sí parece que vayan a recibir los jugadores más desfavorecidos.
En otro orden de cosas, el ex técnico de Garbiñe Muguruza también fue preguntado acerca de su trabajo con la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, cuya relación profesional fue abruptamente cortada por ésta última hace un mes.
Falta de ayudas a los entrenadores
«Con el circuito detenido, muchos entrenadores no disponen de ingresos. No sólo nos afecta a nosotros, también existen muchas otras personas que gravitan alrededor del circuito que tampoco tienen ingresos. En nuestro deporte existen muy pocas personas en situación privilegiada. Los entrenadores no gozamos de ninguna protección en el circuito, no obtenemos compensación, por así decirlo».
«Quizá algunos tengan contratos específicos, no lo sé, pero la inmensa mayoría de nosotros no somos empleados de la WTA, no firmamos nada, a diferencia de los jugadores. Sin pretender ser victimista, somos productos reciclables«.
Relación complicada con Pavlyuchenkova
«Escuché una entrevista que ella hizo en Rusia hace poco y debo decir que fue inapropiada e irrespetuosa. Creo que trabajamos muy bien, ella realizó un gran trabajo y creo que el equipo se compenetró muy bien. Prueba de ello fue la invitación que recibimos para cenar en su casa la noche en la que nos fuimos de Indian Wells. Si no te cae bien alguien, no le invitas a su casa a cenar».
«Mi misión fue muy clara, pudimos lograr buenos resultados en poco tiempo. No terminamos el trabajo pero así es como funciona esto. Como entrenador, debes aceptar estas cosas, pero hay maneras más o menos respetuosas de hacerlo«.