Elena Rybakina va de menos a más para superar a la juvenil checa Brenda Fruhvirtova en dos mangas (6-4, 6-2) en su duelo por la primera ronda de Roland Garros.
Momento de debut para una de las grandes candidatas al título por el lado femenino del cuadro: Elena Rybakina. La tenista kazaja viene de ser la campeona de Roma, y más allá de no encontrar su mejor versión en la tierra batida, ha demostrado que puede jugar a un alto nivel, y por qué no, pelear de cerca por este título en París. Su primera rival era la checa Brenda Fruhvirtova, la menor de las hermanas, de categoría 2007, y que venía de superar la fase previa con mucha autoridad.
Rybakina pone primera en París
Mucha paridad al comienzo del partido, con una Fruhvirtova que salía con una postura agresiva, sin esperar a lo que propusiera su rival, muy superior en los papeles. De hecho sería Rybakina quien iba a tener que salvar la primera bola de break del match en el quinto juego, y siguiendo por ese camino, la propia Brenda firmó su primera rotura dos juegos más tarde, para colocarse 4-3 arriba. Más allá de esa desventaja inesperada, Elena no se quedó en el molde y fue a buscar el quiebre, algo que consiguió de manera inmediata para igualar la historia. Fruhvirtova tendría otras dos chances para volver a ponerse arriba, pero la kazaja logró evitarlo, pasándole toda la presión a la juvenil checa. De buen nivel al resto, Rybakina se llevó esa primera manga con otro quiebre para cerrarlo por 6-4.
Otra vez era Fruhvirtova quien empezaba break arriba en el segundo parcial, dejando en claro que perder de manera tan ajustada ese primer set, no le iba a afectar a su rendimiento. Sin embargo, Elena, al igual que antes, recuperó el quiebre inmediatamente para bajarle la espuma a su rival. La kazaja trataba de bajar el nivel de errores, y con ello, firmaría una nueva rotura para quedar 4-2 adelante, y que su rival tenga toda la presión de tener que sostener su saque para sobrevivir en el partido. Finalmente, la cuarta cabeza de serie sentenció su victoria con un definitorio 6-2.
