El joven danés no ha tenido un plácido debut en la temporada. Rune ha ido de menos para acabar imponiéndose al local Purcell 4-6, 6-4, 6-2.
Rune supera a un combativo Purcell en Brisbane
Día complicado en Brisbane el 1 de enero y es que la lluvia estuvo presente constantemente. Únicamente se podía jugar en la pista central y uno de los duelos más atractivos enfrentaba a Rune contra Purcell. El joven danés fue con cambios en su equipo técnico iniciaba la temporada, mientras que Max Purcell ya había debutado en el torneo con victoria en el dobles en ese duelo especial en la vuelta de Rafa Nadal. El favoritismo caía en Rune, pero sabía que tenía un jugador complicado al otro lado, motivado por jugar en casa y que además iba a contar con el apoyo del público.
Un mal inicio del danés
Bajo el techo de la pista central de Brisbane Purcell comenzó con una marcha más. De los trece primeros puntos, doce cayeron de su lado y rápidamente se escapaba hasta el 3-0 con un break a su favor. Holger se marchaba al baño y volvía con energías renovadas. De repente recuperaba la desventaja y era capaz de poner el 4-4 en el casillero. Purcell tenía las ideas muy claras, acortar los puntos lo máximo posible y sorprender una y otra vez a Rune. Tras el 5-4 el australiano restaba para llevarse el primer set y con 0-40 disponía de tres oportunidades. A la primera celebraba la primera manga y saltaba la sorpresa en Brisbane.
Mejora de sensaciones
El aussie no pudo llevar la iniciativa en el segundo set durante mucho tiempo. Rune encadenó un buen tercer juego con passings que desarbolaban el juego ofensivo de su rival. Gracias a ello se marchaba hasta el 3-1. Desde ese momento los servicios se impusieron. Rune parecía estar más cómodo y Purcell no tuvo plan b para intentar sentenciar en dos sets, por lo que el duelo se iba a ir al tercero y definitivo parcial.
Fin a la resistencia de Purcell
El tercer parcial comenzó con Purcell mandando. El australiano necesitaba llevar la iniciativa para presionar a su rival, pero Rune cada vez estaba más cómodo al resto, variando alturas, velocidades y logrando passings. El australiano alternaba grandes puntos con algunos errores no forzados. Esto lo aprovechó el danés y es que gracias a un doble break se marchaba hasta el 5-2 y se quedaba con el servicio para cerrar el encuentro. Le costó, ya que tuvo salvar tres bolas de rotura en contra pero finalmente llegó esa primera bola de partido para por 6-2 cerrar su debut en esta temporada en un partido en el que ha ido de menos a más.