Andrey Rublev firmó su primera victoria en Los Cabos y sacó pasaje hacia los cuartos de final. El ruso imprimió toda su potencia para vencer sin problemas al mexicano Alex Hernández, dibujando un marcador de 6-3, 6-2.
Rublev debuta con una cómoda victoria en México
Después de quedar eliminado en los octavos de final de Wimbledon, Andrey Rublev (10°) emprendió viaje hacia México para hacer su estreno absoluto en el Abierto de Los Cabos. El moscovita, campeón en el ATP 500 de Doha, buscaba recuperar buenas sensaciones en cancha dura para encarar la gira norteamericana previa al US Open. En los octavos de final, el tenista ruso se enfrentaba al local Alex Hernández (493°), quien aceptó una wild card y superó en tres parciales al japonés Taro Daniel. La balanza se inclinaba ampliamente a favor de Rublev, pero el mexicano tenía la ilusión de dar el golpe ante el primer sembrado.
El ruso domina con sus armas
En los primeros compases del partido, el ruso apretó con su velocidad de pelota y fabricó dos chances de break, aunque no logró efectuar la ruptura. En su primer turno de servicio, Rublev impuso su categoría para cosechar puntos con facilidad. El mexicano no resaltaba en la pista, pero contenía bien desde el fondo, tratando de forzar errores en su adversario. Por su parte, el moscovita no podía controlar sus impactos de derecha y regalaba muchos puntos, facilitándole el trabajo a Hernández. Recién en el séptimo game, el ruso pudo afinar sus golpes y dirigió los ataques, capitalizando el quiebre con un revés paralelo.
Posteriormente, el moscovita se hizo cargo del saque, lidiando con las exigencias del mexicano, y se colocó 5-3 en el score. Rublev siguió exprimiendo su armamento, desbordando a su rival con tiros punzantes que le permitieron ganar el primer set por 6-3.
Rublev exprime su tiros y se adjudica la victoria
La segunda manga tuvo un inicio equilibrado, sin mayores contratiempos para los protagonistas en los primeros turnos de servicio. Rublo parecía estar más enfocado en su labor, haciendo correr la pelota por todo el perímetro. El mexicano, por su parte, seguía con el mismo plan, pescando errores de su contrincante. A pesar de la estrategia de Hernández, el ruso tomaba los riesgos necesarios para conseguir puntos ganadores. Luego, en el sexto game, el moscovita se mostró sólido en los intercambios y desenfundó otro revés paralelo para firmar un quiebre. Después de confirmar la ruptura, Rublev volvió a imponer su potencia para desarmar el juego del mexicano y ejecutar un segundo quiebre que le dio el triunfo por 6-3, 6-2.