En la jornada del sábado se definía al gran campeón del ATP 500 de Doha, con la presencia de Andrey Rublev y Jack Draper. En el torneo de Qatar, se definía a quien se lleve el título, en un duelo que prometía ser apasionante de principio a fin.
Rublev se saca la espina en Doha
Andrey Rublev llegaba al ATP Doha con algunas dudas. Si bien el tenista ruso tiene un gran talento, los últimos meses fueron complicados en cuanto a resultados y confianza. Pese a esas dudas, llegó a Doha y pudo revertir la situación al alcanzar la final. Luego de vencer a Felix Auger-Aliassime en tres sets, el ruso se enfrentaba a Jack Draper, que hizo lo propio ante Jiri Lehecka. Era la cuarta vez que se enfrentaban en el circuito, con todas victorias para el jugador moscovita en el historial.
Rublev saca diferencia en el inicio
El partido inició con mucha paridad, con Rublev y Draper tomando la iniciativa al servicio. Todo empezaba igualado, sin sacarse diferencias. Tanto el ruso como el británico mostraban seguridad, con peloteos largos y sin cometer demasiados errores. Esa paridad se iba a mantener durante casi todo el primer set, hasta el 5-5. Ahí el ruso tomó la iniciativa y comenzó a tomar riesgos con su derecha para lograr la ventaja por 6-5 y finalmente encontrar un quiebre para quedarse con el primer set por 7-5.
Draper vuelve al partido
En la segunda manga la historia se mantendría igualada. Rublev seguiría con la tonalidad agresiva con su juego desde el fondo de la cancha y su servicio no tenía fisuras. En los dos primeros juegos ambos tenían opciones de lograr un quiebre, pero no se aprovechaban esas oportunidades. La paridad iba a mantenerse durante buena parte del set, al igual que en la primera manga y finalmente todo parecía ir al tie-break, pero Rublev no podría mantener su saque y Draper se ponía a tiro de ir a un tercer set, que finalmente iba a cerrar por 7-5.
El ruso cierra con autoridad
El tercer set lejos iba a estar de lo sucedido en los dos primeros. Rublev mantenía la agresividad y a diferencia de otras veces, su mentalidad se mostraba fuerte. Rápidamente Rublev encontraba dos quiebres de servicio y lograba un 4-0 letal. Además, Rublev iba a estirar la diferencia gracias a su saque y con mucha jerarquía, terminaría cerrando la victoria. Pese a que Draper se mantuvo en partido con su saque, el ruso hizo lo propio y terminó cerrando el triunfo por 5-7, 7-5 y 6-1 para meterse el título en el bolsillo.
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