Roberto Bautista ha sido el protagonista principal después de que España conquistase su sexta Copa Davis. Después de tener que regresar a casa por el fallecimiento de su padre consiguió ganar su punto en la final ante Canadá. En la entrevista con Pablo Motos se sincera sobre cómo vivió aquellos momentos.
El tenista de Castellón ha sido el gran espejo y motor del combinado capitaneado por Sergi Brugera en la nueva Copa Davis. Bautista después de jugar la primera eliminatoria tuvo que volver a su casa por el estado crítico de su padre, que acabó falleciendo pocas horas más tarde. Al final regresó con su equipo y disputó el primer punto de la final ante Canadá consiguiendo el triunfo, para que luego Nadal pusiera punto y final. Sin duda una historia de superación y admiración como reconoció su propio amigo, el número uno del circuito ATP. Roberto ha acudido al famoso programa español `El Hormiguero´ para recordar cómo vivió este trofeo y pasar un rato divertido con Pablo Motos y todo el equipo de producción.
La triste historia de su padre
«La doctora habla con Ana (su mujer) y no me dice nada hasta después del partido con Croacia. Antes de ir a dormir Ana me dijo que había hablada con la doctora. Ya duermes poco, duermes mal. El día siguiente llamo a la doctora y me dicen tienes que tomar la decisión de sí aguantamos a tu padre o si vienes quizás te de tiempo a despedirte de él. Hablé con el capitán y él decide hacerlo público. Empecé a recibir muchos mensajes de apoyo, me fui para casa, y por suerte o por desgracia me pude despedir de mi padre. Después de fallecer el viernes allí, el sábado le dimos tierra. Luego vi la eliminatoria ante Argentina y el chip me cambió. Vi el esfuerzo de mis compañeros, la pasión y llamé a mi entrenador y le dije que hiciera las maletas que nos íbamos a Madrid. El doctor le llama a Pepe y le dice que el equipo está en hora bajas. Sólo quedaban Rafa y Feli para afrontar la eliminatoria. Si hoy ganamos mañana voy a estar disponible para el capitán»
Rafa en el mismo equipo
«Al final tener a Rafa en el equipo es muy positivo para todos. Contagia las ganas de ganar, afán de superación, tiene una chispa, algo especial. Nos lleva a todos en volandas con su energía»
Motivado para la final
«La noche anterior estaba en muy malas condiciones. El jueves me había ido en coche, había estado en todos esos momentos. No había entrenado jueves, ni viernes. El sábado fue llegar y me fui a la pista. No tenía mucha fuerza pero toque un poco de bola y me valió para jugar la final. El sábado Rafa y Feli ganan un dobles increíble y ahí fue cuando acaba la eliminatoria y en ese momento, la secretaria de la Federación, me dice a qué hora quieres calentar mañana en la pista central. Ahí pensé si me dicen que caliento en la central es que voy a jugar. Entonces ya me empecé a mentalizar. Sergi no me dijo nada pero yo por dentro sabía que iba a jugar. Después de calentar el domingo me dice ¿cómo estás? y le dije estoy a full. Le dije no sé si voy a ganar, pero lo voy a dar todo»
La anécdota de la raqueta antes de la final
Roberto Bautista al igual que su amigo Rafael Nadal y otros muchos compañeros de profesión es muy maniático, sobre todo con las cuerdas. Después del viaje a Castellón sus cuerdas estaban algo más duras y se lo comentaron antes del partido pero Roberto lo tenía claro. «La tensión había variado un poco en las raquetas. Peor dije mañana da igual, el partido se juega con el corazón y da igual como este la raqueta».
El partido ante Auger Aliassime
«Auger Aliassime es un chaval joven, que comenzó jugando muy bien, agresivo, superándome por momentos, pero hice mi partido y supe mantener la calma. Según pasaba el tiempo me iba encontrando mejor. Lo que se vivió ese día es especial. Es de los partidos que los sientes, que estás muy a gusto, al final sabes que ese día puedes con todo y da igual lo que te pongan por delante»
Un triunfo especial
«Dediqué la victoria a mis padre. Lo que hemos pasado estos años en casa ha sido muy duro. Tengo que dar las gracias a mi mujer, a mi familia porque si no lo hubiéramos llevado mucho peor. A Ana decirle que le quiere mucho y que dentro poco buscaremos un hijo o una hija»