Arthur Rinderknech sigue imparable en el Masters de Shanghai: con otra jornada de gran tenis, eliminó a Félix Auger-Aliassime por 6-3 y 6-4 para avanzar a las semifinales. Espera por Daniil Medvedev o Alex de Miñaur en esa instancia.
Rinderknech domina a Auger-Aliassime y sigue adelante en China
Arthur Rinderknech y Félix Auger-Aliassime eran los protagonistas de un partido muy interesante en los cuartos de final del Masters de Shanghai. Sin dudas, ambos jugadores venían exhibiendo un muy buen nivel en la semana y hoy buscaban dar un paso más, ese que los acercara a la gloria en el certamen más importante de la gira asiática. El historial entre ambos jugadores, que constaba de dos partidos este año, era favorable al canadiense que se había quedado con ambos (Mallorca y Cincinnati).
El camino previo de Auger-Aliassime venía siendo arrollador. Sin ceder sets había logrado plantarse entre los ocho mejores del torneo, superando rivales complicados como Alejandro Tabilo en el debut, luego Jesper de Jong y finalmente a Lorenzo Musetti en la tercera ronda. Era la primera semana de acción del canadiense tras haber hecho semifinales en el US Open y vaya que estaba mostrando un despertar en su tenis, generando ilusiones de regresar a su mejor forma.
Lo de Rinderknech venía siendo tan positivo como sorprendente. Ya desde que allanó su entrada a los octavos de final con ese triunfo sobre Alexander Zverev estaba cumpliendo con su mejor actuación en un Masters 1000. No conforme con eso, dio otro paso más al ganarle a Jiri Lehecka y hoy soñaba con dar otra función de su gran tenis para llegar aún más lejos. Una historia de Cenicienta, encaminada en cada ronda hacia un desenlace soñado.
Rinderknech pega primero y se lleva el set inicial
Como acostumbró toda la semana, Rinderknech se apoyó en un tenis directo y ofensivo desde su saque, pero también siguió mostrando buena movilidad para defenderse desde el fondo de la cancha y construir desde allí buenos contragolpes. En sus turnos al servicio, lo de hoy fue impoluto desde el primer set, en el que no concedió siquiera chances de quiebre a su rival y perdió en total solamente ocho puntos.
Con ese registro, le bastó un solo break en el sexto game, que le significó ponerse 4-2 sobre un Auger-Aliassime que intentaba sacar lo mejor, impactando con potencia, pero que no lograba desequilibrar al francés. Este, con un nivel sublime, avanzó sin mayores complicaciones hacia el 6-3 del primer set, logrando revertir un 0-30 en el juego de servicio en el que tuvo la responsabilidad de cerrar las cosas.
El francés da otro golpe y reclama la victoria
Dos situaciones clave sucedieron en el origen del segundo set. La primera, el quiebre temprano de Rinderknech, nomás al primer game de la manga, para partir con una importante ventaja prácticamente saliendo del descanso. Luego de eso, pasó zozobra en el cuarto: tuvo que salir de un triple break point, pero terminó levantando ese 0-40 para imponerse y mantener la luz de ventaja sobre Auger-Aliassime.
Esa sería la última chance que tendría el canadiense de subirse al tren por la disputa del partido y, a todas luces, se quedó en el andén. El galo fue arrasador en los tres games de saque que lo separaron del triunfo: entregó un solo punto de los trece que le tocó disputar y con un ace sentenció la historia. Fue un contundente 6-3 y 6-4 para Rinderknech, que de esta forma sigue extendiendo la estadía de su mejor actuación en un Masters 1000. En las semifinales de Shanghai, aguarda por un nuevo desafío y definitivamente sigue soñando con la hazaña.