El tenista catalán saca adelante un complicado encuentro frente al local Dominic Stricker en tres mangas (6-3, 4-6, 6-1) en su duelo por la segunda ronda del ATP 250 de Gstaad. Ramos deberá enfrentarse con el chileno Nicolás Jarry en los cuartos de final del certamen helvético.
Albert Ramos hacía su presentación en este certamen suizo, en una temporada que viene siendo totalmente irregular en cuanto a resultados, más allá de algunos buenos pasajes de tenis como el título alcanzado en Córdoba, o las semifinales en Santiago y Estoril. Por su lado, Dominic Stricker venía de dejar en el camino a su compatriota Marc-Andrea Huesler para meterse en esta segunda ronda del Gstaad Open. El helvético trataba de cortar una racha negativa en el circuito, sin poder encarrilar triunfos en nivel ATP desde su participación en el césped de Stuttgart.
Ramos logra seguir firme en Gstaad
Un primer parcial bastante ajustado aunque cambiante, sin que ninguno de los dos jugadores se sienta del todo cómodo con el hecho de tener la iniciativa. Ramos comenzó break arriba en el marcador pero rápidamente cedió su servicio para que su rival local se meta en el partido. Todo parecía encaminarse a un cierre ajustado hasta que Albert firmó una nueva rotura para ponerse 5-3 arriba. El propio catalán se llevó el primer set por 6-3.
La historia tomaría paridad absoluta en el segundo parcial, sin que surgieran quiebres a lo largo del set. Los juegos iban avanzando rápidamente, con juegos bien ajustados, aunque con un Stricker que tenía más presión. Esa tensión permanente y el apoyo del público, hizo que el helvético consiga un quiebre clave para llevarse la manga por 6-4.
El tercer parcial tomó una rápida tendencia favorable para Albert, que lograba sacar a relucir su experiencia para ponerse break arriba desde temprano. La diferencia numérica se fue ampliando para el catalán, frente a un Stricker cada vez más apresurado y sin precisión. Finalmente, Ramos selló la victoria con un 6-1 definitorio.