Jessica Pegula despliega un tenis de alta calidad para debutar con triunfo en Adelaida. La estadounidense controló el juego frente a Sakkari y la eliminó con un marcador cómodo de 6-4, 6-1. En cuartos espera por Badosa o Krueger.
Pegula encuentra su nivel en Adelaida
En los octavos de final del WTA 250 de Adelaida se enfrentaban Jessica Pegula (7°) y Maria Sakkari (32°). La estadounidense regresaba a la actividad después de su participación en las WTA Finals, donde no pudo terminar la fase de grupos, perdiendo dos partidos. Por su lado, la jugadora griega venía de caer en la Qulay del torneo, pero logró ingresar por la puerta de atrás y consiguió avanzar con su triunfo ante Noskova.
Pegula buscaba arrancar el 2025 con una victoria, dejando atrás la parte final del año pasado, mientras que Sakkari ansiaba con revertir la mala racha que la condicionó en la clasificación. Este partido reflejaba el undécimo cruce de las protagonistas, la serie se encontraba igualada 5-5.
Pegula frena el impulso de la griega
El primer set estuvo marcado por altibajos en el rendimiento de ambas jugadoras. Sakkari comenzó con autoridad desde el saque y mostró gran lucidez en la devolución, logrando un quiebre temprano con tiros profundos que desbordaron a la estadounidense. Pegula, imprecisa al inicio, cometió errores poco característicos, pero supo reaccionar cuando la griega perdió consistencia en su servicio.
Aprovechando esos momentos, la estadounidense ajustó su juego, apostando por tiros planos y bajos que provocaron fallos en su rival, y concretó un quiebre clave para tomar la ventaja. Aunque Sakkari logró recortar distancias con un break tardío tras una leve mejora en su ritmo, Pegula mantuvo la calma y cerró el set con firmeza por 6-4.
Pegula domina el juego con su tenis
En el segundo set, Jessica Pegula elevó notablemente su nivel, imponiendo un dominio absoluto desde el fondo de la pista. La estadounidense encontró profundidad y precisión en sus golpes, consiguiendo un quiebre temprano gracias a su consistencia en los intercambios y la incapacidad de Maria Sakkari para responder con contundencia. Pegula dictó el ritmo del juego, variando direcciones y acelerando la bola para mantener a la griega a la defensiva.
Sakkari intentó reaccionar con algunos tiros ganadores, pero su juego se vio lastrado por errores no forzados en momentos cruciales. Pegula aprovechó cada desconcierto de su rival, logrando un segundo quiebre que consolidó su ventaja. Con una actuación sólida y sin titubeos, cerró el parcial con autoridad por 6-1.
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