Allá por 2015, una joven española ganaba Roland Garros júnior, con 17 años. Se llamaba Paula Badosa, y estaba llamada a ser la líder del tenis femenino español junto con Garbiñe Muguruza, en el futuro.
Tenía mucha presión en ese momento. Ya había debutado en Miami ese mismo año, ante Pliskova y dejando una buena imagen. La consagración llegó en Roland Garros, donde levantó el título jugando un gran tenis. Se pensaba que esa sería la primera piedra en el camino. Pero no fue como se esperaba. Aunque 2015 lo acabó bien, jugando torneos WTA y jugando bien
En 2016 no fue su año, con varios torneos irregulares. Además, su físico no ha sido el mejor precisamente. Siempre que estaba bien rendía, pero sus problemas físicos la han frenado en su progresión, y la ha hecho retirarse en varios torneos.
La temporada 2017 no empezó bien, con cierta irregularidad en su juego, y los resultados no llegaban. No acababa de despuntar, y los problemas físicos la hicieron retirase en tres torneos en cuartos de final. La buena noticia es que 2018 ha sido diferente. Volvió con su entrenador de 2015, Xavi Budó, el cual estuvo con Carla Suárez, en su mejor época. Y volvieron los resultados.
En Valencia, ganó un torneo de cierto nivel, y ahí, en mi opinión, cambió el chip. Xavi la insistió en que lo importante no era el golpe, sino el cómo lo afrontaba, ya que en ocasiones se precipitaba. Y así fue. Acabó 2018 con otro título en Oslo, en pista indoor, aunque sus mejores resultados son en tierra batida.

Una dupla con mucho futuro
Paula es una jugadora de un tenis muy directo, y Xavi Budó ha sabido entender qué fallaba en ella para que no acabara de explotar. El catalán ha sabido reconducirla, y llevarla por el camino que la llevó a ganar Roland Garros júnior. Paciencia, y trabajo. Esa es la receta de Xavi Budó, consecuente del talento de su jugadora, y que con paciencia y trabajo puede llegar lejos.
De momento no ha empezado mal el año, aunque en pista dura no acabe de explotar. Pero no es nada más que el comienzo de una unión que promete ser apasionante. Paula ha encontrado en Xavi el entrenador que la ha hecho entender que es muy importante el punto en sí, no el cómo acaba. El entender el punto. Y eso se está empezando a notar en los resultados. Pasito a pasito, los resultados irán llegando. No cabe duda de que esto es nada más que el comienzo de una unión apasionante, y la recuperación de uno de los mayores talentos del tenis femenino.