La española está en una gran temporada este 2019. Xavi Budó ha sido de gran ayuda para ir poco a poco recuperando la mejor versión de Paula. A sus 21 años tiene claros sus objetivos y cuales han sido los errores que le han llevado a frenar su progresión. El objetivo pasa por disfrutar en la pista para seguir creciendo a nivel tenístico y mental.
Has empezado 2019 como un rayo en cuanto a ascenso en confianza se refiere. ¿Qué esperas en el resto de año?
Espero un año muy duro sinceramente. Tengo muchísimas ganas de ser una buena tenista y estoy trabajando muchísimo en todos los aspectos para llegar a serlo. Pero se que también tengo que tener paciencia porque aprender todo en un año no es fácil. Vengo de muchos errores del pasado, de no saber gestionar muchas cosas de mi vida. Y ahora es cuando empiezo a hacerlo, pero tienes que topar por muchos obstáculos. Al final es empezar de 0, y ser una Paula nueva, y en eso estoy. Ese es mi objetivo ahora para llegar donde quiero.
Ya conoces a Xavi Budó de tu anterior época. ¿Qué cosas nuevas sientes que te está aportando?
Me está aportando muchísimo, está conmigo las 24 horas al día para ayudarme a ser mejor. Empezando fuera de la pista para aplicarlo después dentro. Le tengo mucha confianza, lo que me dice va a misa siempre.
En 2015, ganaste Roland Garros Júnior. ¿Sentiste una carga de presión, o por el contrario, notaste que eso te llevaría a más alegrías?
Ahí era muy joven, no era consciente de nada. En ese momento se veía todo muy bonito. Pero me pudieron todas las expectativas, yo no estaba preparada para eso. Sentía que siempre tenía que hacerlo bien. Y eso me destruyó, el sentir que siempre había de ganar.
¿Qué ha cambiado de aquella Paula de 2015, a esta en 2019, en tu opinión?
Muchísimas cosas, soy otra persona. Al final de todo aprendes, y maduras. He tenido muchos momentos malos estos últimos años, no veía la luz al final del túnel, estaba perdida. Y para salir de ahí, que poco a poco voy saliendo, no es fácil y obviamente pues me noto mucho más cambiada. Más fuerte, más madura y mucho más consciente de todo y ahora valoro todo mucho más.
Se habla de que el tenis es un camino a largo plazo, sobre todo el femenino. ¿Esperas que esta unión con Xavi dure mucho? ¿Qué cosas está aportándote además de calma y tranquilidad?
Sí, es a largo plazo. Sí espero que dure mucho, no puedo tener a alguien mejor que él. Con una mirada ya sabe lo que me pasa y eso vale oro. Nos tenemos mucha confianza y eso da fuerza. Me aporta en todos los aspectos, tenísticos, mentales, tácticos. Es un gran entrenador. Tenemos una relación muy buena, tanto fuera como dentro de la pista. Me siento afortunada de haber encontrado a una persona como él.

En 2018 parece que diste el salto por fin. ¿Cuáles fueron esas razones en tu opinión, y crees que Xavi tuvo mucha culpa de ello?
Sí, a final de año es cuando le hice, al empezar con Xavi. Sí tiene la culpa él. Me aporto muchas cosas y sobre todo me hizo ver esa luz a final del túnel que yo no veía. Le tengo fe ciega.
El paso de júnior a profesional no es fácil. ¿Sentiste mucho esa presión?
Totalmente. La gente a veces no es consciente de la presión que podemos llegar a sentir, de los miedos que tenemos que afrontar. Es muy difícil.
Para terminar, ¿qué esperas de este 2019?. Ponte un objetivo, o un puesto a alcanzar, que pienses que puedes llegar a él, y porqué
Sobre todo espero disfrutar más en pista. Ese es mi objetivo número uno. He estado muchos años con mucha presión y no lo pasaba bien. Ahora quiero intentar disfrutar lo que pueda. Y dar cada partido mi 100% ese día. Es mi objetivo número uno. Después si las cosas van bien y se sube de ranking pues mejor. Pero por ahora, es seguir creciendo y mejorando como tenista y todo lo demás llegara.