El tenista chileno Nicolás Jarry está viviendo en este 2018, por lejos la mejor temporada como profesional. Gracias a sus buenas actuaciones, semana tras semana va escalando posiciones en el escalafón mundial. Alcanzar el Top-10 es una meta más que posible.
Tras un largo período de estancamiento, y cuando más de un especialista pensaba en que Jarry sería otra promesa incumplida, a mediados de 2017 su buen tenis comenzó a fluir de una mejor manera, los resultados comenzaron a darse y su ascenso se hizo firme y sin pausa.
A comienzo de esta temporada Nico ingresó al privilegiado mundo del Top-100 y lejos de conformarse, le siguió golpeando duro a la pelota, hoy está a la puerta de entrar entre los 40 mejores del mundo.
Y para seguir subiendo en el ranking, el nieto del legendario Jaime Fillol trabaja muy duro y sin descanso. Ahora jugará el ATP 500 Tokio y el Masters 1000 de Shanghai. Luego su periplo seguirá por Europa para jugar el ATP 250 de Amberes, para luego jugar el ATP 500 de Viena o de Basilea. El hecho de jugar en Austria o en Suiza, dependerá de la lista que cierra el lunes 10 de septiembre. Además espera acumular los puntos necesarios para ingresar en forma directa al Masters 1000 de París-Bercy.
El objetivo para este final de temporada es jugar la mayor cantidad de torneos posibles para acumular la mayor cantidad de experiencia. Además con los puntos acumulados espera poder elegir los torneos a jugar durante el 2019.
Apoyado en sus casi dos metros de estatura y en un poderoso servicio, el tenista chileno está cumpliendo una gran temporada. Por primera vez en su carrera jugó los 4 Grand Slam, alcanzó su primera final ATP, además jugó otras 3 semifinales. Cada vez está más cerca de su primer título ATP.
Claro que el juego de Jarry no es solo un gran servicio, golpea muy bien tanto de derecha como de revés, y a pesar de su gran contextura física, tiene buena movilidad. Su juego en la red, si bien tiene cosas por mejorar, es muy bueno. Tiene todos los elementos para llegar bien arriba.
Si bien es fuerte mentalmente, para seguir progresando, creo que es el aspecto que más tendrá que mejorar. Muchas veces se apresura en rematar el juego, en terminar el punto con tres golpes. En otras ocasiones de empecina en terminar el punto a puro palazos. A veces lo traiciona su temperamento, por un enojo, por una mala decisión, se va del partido y termina entregando el juego.
Claro, Nico es joven, tiene una larga carrera por delante para concretar todas sus metas y sus aspiraciones. En pocos días apenas cumplirá 23 años, tiene aún mucho tiempo para mejorar, evolucionar. Tiene todos los elementos para ser un privilegiado del tenis, todavía está lejos de su techo, ser un tenista Top-10 es una meta más que posible.
