Camila Osorio cayó en los octavos de final del WTA 250 de Rabat. La colombiana no pudo con la experimentada Laura Siegemund y cedió en sets corridos.
Osorio se despide en Rabat
Camila Osorio Serrano (77° WTA) es una de las grandes jugadoras sudamericanas que encontramos entre las 100 mejores del ranking, la colombiana tiene la ilusión de hacer un buen papel en Roland Garros y para eso, arribó a Rabat con la idea de ajustar algunas cosas desde lo tenístico y adquirir confianza de cara al gran cierre de la temporada de polvo de ladrillo. Después de derrotar a Avanesyan, la colombiana se enfrentó a la veterana Laura Siegemund (78° WTA), la alemana siempre sabe complicar a sus rivales, su estilo de variantes es muy eficiente sobre esta superficie.
La alemana tomó el control y concretó el triunfo
Este fue un partido muy ladrillero, ambas jugadoras saben cómo se juega sobre esta superficie. Cada game y cada punto era batallado, desde el comienzo fue un match con largos peloteos, pelotas altas y sobre todo variantes y efectos. Siegemund salió con más convicción, tomó rápidamente la iniciativa y varió pelotas profundas con peso y subidas a la red para ubicarse 4-1 en el marcador. Sin dudas, ambas se desempeñan mejor desde el resto que desde el saque. Con el pasar de los games, la colombiana recuperó terreno y empató el score en 4-4. Cuando parecía que todo era luz verde para Camila, la alemana apeló a las subidas a la red con mayor rigurosidad. Esto la llevó a tomar el primer parcial por 6-4.
Trasladando sus buenas sensaciones a la segunda manga, Siegemund tomó rápidamente el servicio de su rival y se colocó 2-0 arriba. La alemana parecía tener el control del partido, sin embargo, con el pasar de los games, Osorio recuperó terreno y a pura garra tomó el control y se posicionó 4-2 en el marcador. Laura pidió fisio debido a algunas molestias en su lumbar y eso la llevó a caer en intensidad y movilidad. En la zona media del set, los quiebres comenzaron a ser moneda corriente, ninguna jugadora lograba imponer lo propio, los aciertos y errores se alternaban. Sobre el final, Siegemund sacó toda su jerarquía y logró cerrar por 6-4 la segunda manga, concretando cuatro juegos consecutivos.