Cameron Norrie se quedó con una auténtica batalla ante el valenciano Bernabé Zapata en tres parciales (6-2, 3-6, 7-6(3)) en su duelo por las semifinales del Río Open.
Momento de la primera semifinal en Río de Janeiro. El segundo preclasificado Cameron Norrie quería seguir con sus buenas sensaciones en la gira sudamericana, y así buscaría una segunda final en semanas consecutivas, tras lo hecho días atrás en Buenos Aires. Su rival era el valenciano Bernabé Zapata, la gran «cenicienta» de estos últimos dos torneos, semifinalista también en la capital argentina, y verdugo de varios jugadores de peso en ambos eventos.
Norrie es finalista en Río
Norrie era quien comenzaba con mejores sensaciones, mostrando mucha solidez desde el fondo de la cancha y sin dejar que su rival se plante con tiros cómodos. Dos quiebres rápidos para el británico le daban una ventaja de 4-1, que iba marcando una clara tendencia en el set. Siguiendo con esa línea, Cameron tendría sus primeros cuatro set points al saque del español, pero era finalmente en el game siguiente, que el propio tenista de Gran Bretaña cerraba este primer parcial por un contundente 6-2.
Poco a poco se empezaba a ver que Norrie iba bajando la intensidad, y ahora sí, Zapata conseguía hacer más daño con su estilo de juego, frente a un rival mucho más errático que antes. La primera rotura llegaría en el segundo juego, para que el tenista valenciano tome una diferencia de 3-0 en el score. Algo estaba claro, y es que las devoluciones del británico, que siempre generan peligro, ahora no estaban dando resultado. Aún así, el propio Cam tendría dos chances de recuperar el quiebre en el séptimo juego, pero serían salvadas por Bernabé. Las dejadas sobre la derecha del británico, era una jugada que repetía el español con cierta frecuencia. Zapata se quedaría con esta segunda manga por 6-3. A seguir batallando.
Los juegos eran cada vez más parejos, y todo podía pasar. Norrie pegaba primero al concretar un break muy oportuno para colocarse 4-2 adelante en el score, y si bien parecía una tendencia difícil de revertir, Zapata recuperaba la rotura de manera inmediata para volver a meterse en la final. Sin haber diferencias, la historia se definía en un tiebreak. Finalmente, la victoria quedó en manos de Cameron Norrie, regresando a otra final ATP.
